El Servicio Universal de Comunicaciones, la herramienta de inclusión social de la que se dota nuestro Sector para dar servicio a los colectivos más vulnerables, ha quedado claramente obsoleto.
Han pasado ya más de dos décadas desde su creación, mucho más que veinte años viendo la evolución tecnológica de nuestro Sector. Desde aquellos tiempos de cabinas y guías telefónicas a la actual, presidida por la Internet ubicua, es evidente que nada es igual; sin embargo, el Servicio Universal persiste casi sin variaciones1https://issuu.com/ferrio2000/docs/el_servicio_universal_de_telecomunicaciones.
En cuanto a su alcance, el estancamiento roza el mayor de los ridículos: la conexión a Internet está garantizada a la burlesca velocidad de 1 Mbps, fuera de cualquier realidad social y de mercado. La telefonía móvil ni se contempla. Los bonos sociales están referenciados a la telefonía fija, un claro síntoma de desfase tecnológico. Ni siquiera el generalizado consenso sobre la necesidad de eliminar las obligaciones referentes a las cabinas o guías telefónicas2http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/un-ano-mas-de-cabinas-era-necesario/; http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/ano-mas-cabinas-guias-telefonicas/ han conseguido modificar su redactado.
Una de las explicaciones para esta catástrofe estaría en su financiación. En la actualidad, el coste del Servicio Universal recae sobre las espaldas de los operadores – aunque cada vez más repartido3http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/casi-20-anos-despues-coste-del-servicio-universal-se-repartira-14-operadores/-, como consecuencia de la inhibición política, que se desentiende de dar amparo gubernamental a un derecho humano como es el acceso a Internet. Cualquier modificación de las garantías del Servicio Universal implicaría reabrir el debate de su financiación, disyuntiva que los diferentes gobiernos han preferido no acometer. De hecho, el coste del Servicio Universal ha descendido paulatinamente4http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/desciende-el-coste-del-servicio-universal-un-8/, con toda seguridad como reflejo de la apatía de los diferentes gobiernos de la nación. El resultado: la parálisis de un derecho social tan necesario como evidente.
UGT considera que no se puede permanecer más tiempo en esta situación5http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/urge-reformar-nuestro-servicio-universal/. Es imperioso hacer una profunda reforma del Servicio Universal, para dotarlo de actualidad y utilidad, empezando por modificar su financiación para inmediatamente renovar su alcance.
Por tanto, desde UGT proponemos:
- Que la financiación del Servicio Universal se haga con cargo de los Presupuestos Generales del Estado: El Servicio Universal es una herramienta cívica, una red social de protección, creada para generar equidad y evitar exclusiones. Se trata de un servicio público, y por tanto, competencia exclusiva del Estado, que debe garantizar su financiación mediante fondos públicos.
- Ampliar las garantías del Servicio Universal, mediante la instauración de tarifas sociales abordables para colectivos en situación de vulnerabilidad digital6http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/la-cnmc-coincide-ugt-la-necesidad-mejorar-las-tarifas-sociales/, que contengan, al menos, las siguientes características:
- Conexión a Internet de hasta 30 Mbps, velocidad establecida por Europa como la referente de acceso funcional a Internet y que ya en la actualidad tienen 3 de cada 4 líneas de banda ancha fija.
- Acceso a una línea de telefonía móvil, con servicios de voz y datos, con límites de uso razonables y acordes con las necesidades de dichos colectivos.
- Tarifa mensual menor a 20€, cofinanciada por el Fondo del Servicio Universal, en función de los umbrales de ingresos familiares que se determinen.
- En caso de impago de las facturas, la conexión debe mantenerse durante al menos tres meses para llamadas entrantes y de emergencias.
El Sindicato considera urgente acometer esta reforma, otorgándole prioridad. No será posible construir una sociedad digital inclusiva si no somos capaces de ayudar a quienes lo necesitan. Se trata de equidad social, en este caso, en su vertiente digital, y todos debemos implicarnos en ella con la misma intensidad que lo hacemos en otros casos, supuestos y sectores.
