No ha sido un “intercambio de activos[1]”, ni una fusión. A la tercera, el acuerdo llegó en forma de adquisición, convirtiendo a Vodafone en el operador con más kilómetros de fibra y cable de Europa[2]. Una adquisición valorada en 18.400 millones de euros para hacerse con nuevas filiales en Alemania (donde ya había adquirido a Kabel), República Checa, Hungría y Rumanía.
Con este movimiento corporativo, Vodafone no solo aumenta sustancialmente su presencia en la Europa del Este y en el mayor mercado de Europa (Alemania), sino que se posiciona como uno de los líderes sectoriales en cada uno de estos países:
El salto hacia delante de Vodafone es tan evidente como rompedor, lo que obviamente no ha sentado nada bien a sus competidores, que han criticado durísimamente la operación[3], obviando que sus acusaciones son las mismas que reciben en sus mercados locales.
[1] http://www.expansion.com/empresas/tecnologia/2015/06/05/55714eb5268e3ef7608b4570.html
[2] http://www.vodafone.com/content/index/media/vodafone-group-releases/2018/vodafone-liberty-global-operations-germany-czech-republic-hungary-romania.html#
[3] https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/05/09/companias/1525889948_224709.html; https://www.telecompaper.com/news/german-ceos-associations-criticize-vodafone-liberty-global-deal–1243635