Se apagan los últimos rescoldos de la regulación sobre la red FTTH de Telefónica de 2016, aquella que dividía a España en dos partes: 66 ciudades en donde la red de fibra de Telefónica se convertía en intocable para sus competidores y el resto del territorio, en el que cualquier operador tenía patente de corso para acceder a dicha red de fibra1
http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/la-cnmc-fija-precio-del-alquiler-la-fibra-telefonica/; http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/mensaje-de-o2-a-la-cnmc-si-es-mas-caro-es-por-tu-culpa/.
Durante todo el proceso de confección de dicha norma promulgada por la CNMC fuimos muy críticos con la misma, hasta el punto de calificarla de absoluto fracaso2
http://www.smcugt.org/noticia/fracaso-de-reguladores-y-legisladores-espanoles-para-adaptarse-a-la-era-digital-id-54369.htm. El tiempo ha acabado dándonos la razón.
La regulación impuesta por la CNMC era y es una regulación fallida. Primero, por partir nuestro país en dos, creando una suerte de competencia segmentada que no favorecía a nadie, ni consumidores, ni trabajadores ni operadoras. Segundo por su falta de vigencia y por su ausencia de músculo para adaptarse a la realidad de un mercado tan dinámico como el nuestro (sólo unos meses después de su puesta en marcha, el número de localidades con las mismas características que las famosas 66 superaba ampliamente las 200; ahora es más que probable que ronde las 300). Tercero, porque una apertura indiscriminada de la fibra de Telefónica sólo favorecía a aquellos operadores que ni invertían ni generaban riqueza ni empleo. No había incentivos para construir nuevas redes, se podía competir simplemente parasitando, lo que perjudicaba a todas las operadoras creadoras de infraestructuras y con vocación inversora3
http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/ugt-telefonica-orange-y-vodafone-reclaman-un-marco-regulador-centrado-en-las-infraestructuras-la-inversion-y-el-empleo/. Y cuarto: porque la imposición no era el camino, tal y como se demostró poco tiempo después: Vodafone primero4
http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/acuerdo-comparticion-ftth-telefonica-vodafone-este-camino-cnmc-no-la-imposicion-2/, y luego Orange5
http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/117089-2/, alcanzaron acuerdos con Telefónica para acceder a su red de fibra. Acuerdos que mejoraban de forma evidente la regulación de la CNMC. Acuerdos que la CNMC debería haber impulsado modulando su papel de arbitraje sectorial. Pero era más fácil imponer que dialogar.
Y justo ahora, cuando se cumplen casi tres años de vigencia de esa fracasada regulación, se le da la puntilla con el acuerdo alcanzado con MásMóvil y Telefónica, para acceder a la FTTH de esta última6
http://www.expansion.com/empresas/tecnologia/2019/02/14/5c64908b468aeb5c0b8b45cb.html. Es más, hasta el pequeño operador de origen rumano Digi ya tiene un acuerdo con Telefónica7
https://www.elespanol.com/economia/empresas/20180312/digi-cierra-acuerdo-telefonica-llevar-optica-clientes/291471754_0.html.
Las evidencias son tan contundentes que no cabe más que parafrasear un dicho coloquial: “CNMC, háztelo mirar”.