La última publicación de Eurostat1https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=ICT_specialists_in_employment sobre la implantación del empleo TIC en Europa y España confirma el retraso de nuestro tejido empresarial a la hora de adoptar las nuevas tecnologías.
Así, y tal y como demostró nuestro Sindicato recientemente2https://www.ugt.es/el-empleo-tecnologico-en-espana-precario-y-mal-remunerado, no sólo es un mito la existencia de miles de vacantes tecnológicas sin cubrir, sino que además las empresas españolas son claramente remisas a contratar a este tipo de especialistas. La comparativa europea es clara: a pesar de representar la tercera economía dentro de la Unión, España se sitúa en el puesto 19 de los 30 países analizados (17 dentro de la UE27), con un 4,1% de especialistas en TIC sobre el total de empleo (el líder europeo, Suecia, nos dobla en porcentaje3https://ec.europa.eu/eurostat/databrowser/view/isoc_sks_itspt/default/table?lang=en). Economías de menor peso e importancia en el contexto europeo nos superan abiertamente: Países Bajos se aproxima a 7%; Irlanda supera el 6%; Malta esté en el 5%.
Porcentaje de Especialistas en TIC sobre el total de empleo, Eurostat 2021
Si bien España mejora un 0,2% en comparación con 2020, tal evolución es claramente insuficiente, ya que nuestros vecinos progresan a mayor velocidad y de forma continuada. El caso de Portugal es paradigmático: en 2012 presentaba un porcentaje de tecnólogos del 2,1% sobre el total de empleo. En 2021 ha alcanzado el 4,7%, gracias a las políticas privadas y públicas de apoyo a la innovación y a la digitalización. Otro tanto se puede decir de la media europea: en 2012, la UE27 presentaba el mismo índice que España, un 3,2%. Una década después, el conjunto de los países de la Unión ha superado, con creces, la implantación de tecnólogos en sus economías.
Evolución comparativa del porcentaje de Especialistas en TIC sobre el total de empleo
Como ya apuntamos recientemente, las principales razones para este retraso están en la nula cultura innovadora del tejido empresarial y en la obcecación empresarial a pagar unos salarios acordes con el desempeño que aportan las tecnólogas y tecnólogos españoles, lo que empuja a nuestro talento tecnológico a emigrar, en busca de justicia salarial, medidas de conciliación corresponsable y formación especializa a lo largo de toda la carrera profesional. No podemos olvidar si algo define al empleo tecnológico en España es la precariedad: la mitad de los tecnólogos contratados son mileuristas en su primer empleo, bajo contratos inestables (temporales, en prácticas o de becaría) hasta alcanzar casi la mitad (46,7%) de los contratos iniciales para estos profesionales4https://servicioestudiosugt.com/empleo-tecnologico-en-el-mercado-laboral-espanol/.
UGT exige a patronales y empresas que arrumben las excusas e instamos a abandonar su actitud contraria al progreso tecnológico. Nuestra economía, nuestra competitividad y el futuro de nuestro Estado del Bienestar dependen de ello.