Tras el reciente lanzamiento de miMovistar esperábamos con impaciencia que la empresa trasladase a las personas trabajadoras una nueva oferta de empleados/as acorde con los nuevos precios y productos que mejorase las expectativas de la oferta vigente, ya obsoleta debido a la propia evolución del mercado.
Hoy, ante la comunicación de la nueva oferta para empleados/as que ha orquestado la empresa, UGT solo puede considerar esta nueva propuesta como decepcionante, tanto por su inmovilismo en materia económica como por cuanto contradice el espíritu de aquello que históricamente hemos reclamado y de lo que la propia empresa se enorgullecía al realizar el lanzamiento de miMovistar: la posibilidad de “configurar y contratar su Movistar a su manera, tan grande o pequeño como quieran, en función de lo que necesiten en cada momento”.
Con esta nueva oferta nos encontramos con un listado cerrado de opciones preconfiguradas carentes de la flexibilidad de contratación con la que nació miMovistar. Observamos que la empresa aplica un criterio diferenciado en función de la tipología del cliente que contrata el servicio -interno o externo- y que, lamentablemente, la nueva oferta a empleados/as no permite realizar una configuración a medida. Ello implica que, en definitiva, la oferta presentada no ofrece los mismos atributos que el servicio que se oferta al público general, de manera que la propia empresa excluye a sus empleados y empleadas de participar en las mejoras que si ofrece a los clientes.
Para UGT, la nueva oferta de empleados/as debe contener las mismas posibilidades de contratación que se ofrecen al resto del público y, sobre ellas, debe aplicarse un descuento atractivo por la condición de persona trabajadora. Es absurdo e inviable que, como empleados/as, podamos hacer una prescripción a nuestro entorno de los servicios que ofrece Telefónica cuando en nuestros hogares no podemos disfrutar de los mismos productos que, en cambio, si pueden disponer los clientes.
Para UGT es necesario que la empresa reconsidere su oferta y la adecúe a la realidad de nuestros clientes y del mercado, flexibilizando las posibilidades de contratación y aplicando sobre éstas los descuentos, superando así el escenario cicatero y obsoleto que nos ofrece.