El pasado viernes 22 de julio las dos Compañías alcanzaron un acuerdo para la creación de la Joint Venture y fuimos convocados como representantes de las personas trabajadoras a una reunión este mismo martes 26 de julio donde nos informaron de dicho acuerdo.
El acuerdo es vinculante para Orange y para MásMóvil, y combinaría sus negocios en España siempre que tenga el visto bueno de las autoridades de competencia tanto en España como en Europa, respuesta que no llegará hasta dentro de un año aproximadamente.
Algunos de los términos sólo han sido confirmaciones de lo que ya se adelantó en marzo, como por ejemplo el reparto 50-50 entre ambas empresas que dará lugar a una administración conjunta con iguales derechos de gobernanza, o como el derecho a activar una oferta de compra según las condiciones pactadas donde Orange tiene la opción de control de la JV.
En el acuerdo se valora a Orange en 7.800 millones de euros y a MásMóvil (incluyendo Euskaltel) en 10.900 millones de euros.
También avanzan sinergias superiores a los 450 millones anuales a partir del cuarto año desde el cierre de la operación.
La cuestión de la deuda, y el hecho de que Orange llegara sin ella y MásMóvil tuviera un importante nivel de deuda, han hecho que durante meses se negocie con varias entidades bancarias su financiación y que además se prevea su salida a bolsa en el medio plazo.
Queda ahora un camino en el que deberán defender la operación ante las autoridades de competencia, locales y europeas, pero también para que durante este próximo año en el que seguiremos como hasta ahora, el equipo de trabajo prepare el escenario contando con el visto bueno de las autoridades y que estemos en la mejor situación.
Hay elementos como la deuda que generan dudas, pero también es evidente que en una operación de este tipo donde 2 actores deben buscar un punto de encuentro, no todo sale como uno quiere ya que el oro actor también exige cosas para llegar a un acuerdo. Lo que es indudable es que para nosotros cualquier escenario de consolidación del sector en España que no pasara por tener el control era infinitamente peor. Y la consolidación se iba a producir, con Orange o sin Orange.
Por tanto, sabiendo que ningún camino es sencillo, este acuerdo es probablemente el mejor de los escenarios que podíamos vislumbrar.