Las diferencias en los eventos programados en cada territorio, las cuestiones presupuestarias, el tiempo que llevamos sin poder compartir días como este, etc … han hecho que este año el Orange Day sea especialmente polémico.
Vaya por delante que el trabajo que han realizado las personas encargadas de organizar este día en todos los territorios ha sido a costa de mucho tiempo y esfuerzo, y con las limitaciones y requisitos que les han indicado. Y con eso tienen que trabajar…
Pero también es cierto que hay diferencias significativas entre los eventos de unos territorios y otros.
De igual manera que también es cierto que es muy difícil diseñar el mismo evento calcado en todos los lugares sin que haya la más mínima diferencia, a lo que hay que añadir que el volumen de personas hace que el importe de entradas para eventos mucho más caros a priori se reduzca al nivel de entradas para eventos más baratos a priori con menos volumen de personas.
Pero dicho todo lo anterior, y dado todo lo que se ha comentado y se seguirá comentando, cabría plantearse si merece la pena seguir con ello o destinar el presupuesto a otras cosas, o bien rediseñar este día.
Porque desde el minuto 1 en el que se publicó el evento UGT contactó con la empresa para que intentaran tomar medidas antes de que la pelota se hiciera demasiado grande. Y dejemos claro que esta cuestión no es “materia de negociación” con los sindicatos, pero dada la situación merecía la pena intentar que se pudiera rediseñar el día si era posible.
Pero nos dijeron que no era posible, y seguimos recibiendo una avalancha de quejas, mucho más numerosas que en ViveOrange. Y os podemos asegurar que las opiniones eran de lo más dispares, desde “lo mismo para todos” a “si yo no tengo parque temático que se lo quiten al resto”, o “qué hacéis los sindicatos”, o “todos lo mismo y si no nada” …
Obviamente algo hay que hacer para futuros eventos, ni podemos tener a personas con malestar por esta situación, ni criminalizar a quienes intentan con lo que tienen diseñar el mejor día posible.
Aunque quizás la solución más justa (por ser la misma para todos) al final no contente a nadie. O quizás deba plantearse ese día de otra manera, compartiendo un momento juntos menos “pomposo” y teniendo un detalle para todas las personas que trabajamos en Orange, y así todos tendremos lo mismo. Pero seguramente en ese caso habrá personas que preferirían lo que tenían antes. Porque parece evidente que no habrá una solución que contente a todos.
Por ello invitamos a la empresa y a todas las personas que trabajamos en Orange que pensemos para futuros eventos en qué es lo mejor para evitar que se repita esto.