Antares-Plus Ultra está remitiendo a los asegurados su Boletín Trimestral, donde se informa de determinadas novedades en prestaciones como la atención médica en el domicilio como continuación de un proceso de hospitalización previo, la asistencia médica y enfermería en el domicilio para pacientes sin posibilidad de trasladarse a un centro médico, o la cobertura de psicología, amén de recordarnos la documentación necesaria para poder validar y tramitar los gastos médicos, incorporando por último una nueva facilidad para poder identificarnos como usuarios si no disponemos de la tarjeta sanitaria.
Como es lógico, UGT celebra las novedades introducidas, siempre bienvenidas, pero no podemos sino calificar dichas novedades como avances tibios, que no dan respuesta a la necesidad, que venimos exigiendo desde hace meses a la empresa, de introducir mejoras en la póliza colectiva de Salud Antares-Plus Ultra tanto en materia de coberturas médicas, como en los protocolos y procedimientos de atención al asegurado, para paliar la preocupante sensación de pérdida de eficiencia de nuestra cobertura sanitaria que las personas trabajadoras vienen señalando en las provincias.
UGT ha trasladado a la empresa una serie de cuestiones que se vienen repitiendo y evidencian una cronificación de los problemas. Baste decir que las consultas/reclamaciones que hemos atendido relacionadas con Antares-Plus Ultra se han incrementado exponencialmente en los últimos dos años, lo que da una idea de la seriedad de la situación y de la urgencia de atender las cuestiones planteadas.
Las quejas se plantean principalmente en torno al proceso de gestión de las rehabilitaciones con la interpretación sesgada y restrictiva que en muchos casos hace la aseguradora, sobre todo en las patologías consideradas crónicas. También sobre el exceso de documentación que se solicita para las autorizaciones, tanto las de pruebas diagnósticas como la de actos médicos que lo requieren, resultando a menudo frustrante para el usuario, quien con frecuencia debe realizar gestiones adicionales que serían innecesarias, produciendo un apreciable aumento de retrasos y denegaciones dudosamente argumentadas.
Así mismo, la atención a los asegurados adolece de una falta de comunicación exasperante respecto a las cuestiones normativas y documentación exigible, obteniendo además respuestas y orientación diferente en función del operador telefónico que las atienda, extremo que debe mejorarse mediante el establecimiento de un protocolo/manual de usuario, publicitado y de todos conocido.
Seguimos indicando, con preocupación, la falta de especialidades y cuadros médicos generalizada en algunas localidades, provocando retrasos y listas de espera para consultas en centros concertados. Entendiendo que es una cuestión que no depende de la aseguradora, deben sin embargo adoptarse medidas en consecuencia, independientemente del coste o esfuerzo necesario.
Respecto a las cuestiones de género, en caso de problemas prostáticos que precisan rehabilitación de suelo pélvico (los hombres también lo tienen) nos encontramos que se rechazan las autorizaciones, casuística que también afecta al colectivo LGTBIQ+, en los casos de hombres o mujeres transgénero, por lo que demandamos que las especialidades tienen que estar abiertas a los dos géneros para todos los asegurados, preservando así la intimidad y la libertad de todas las personas.
Finalmente, UGT viene pidiendo mayor sensibilidad a la hora de analizar determinados casos cuyo rechazo, atendiendo a criterios meramente normativos y burocráticos, cuando no únicamente económicos, resulta incomprensible y a veces inhumano. Debe atenderse la excepcionalidad de algunas situaciones que ningún protocolo o normativa puede predecir y contemplar.
En definitiva, UGT cree que en materia de cobertura sanitaria y respecto a la póliza colectiva de Antares-Plus Ultra, independientemente de que estemos logrando progresos y nuevas prestaciones, aún queda mucho trabajo por desarrollar y muchas mejoras que introducir, por todo ello, entendemos que la empresa debe tomar nota de las cuestiones que aún restan por atender y solucionar.