Smartwork y teletrabajo: cuando el tiempo ratifica el acierto de UGT de apostar por un III CEV de largo recorrido

El constante goteo de compañías -especialmente tecnológicas; véase el reciente ejemplo de Amazon- que están suprimiendo la posibilidad de trabajar en remoto, ahonda en el acierto que UGT impulsó al apostar por blindar nuestros derechos a largo plazo.

Desde la ratificación del III CEV, hemos asistido a todo tipo de reacciones y eventos que quisieron poner en cuestión el alcance y la oportunidad de dicho acuerdo. Recordemos que algunas voces tildaban el acuerdo de insuficiente, intentando generar una corriente de opinión que iba exactamente en contra de la realidad laboral de España y el resto del mundo, claramente tendente a eliminar la posibilidad de trabajar desde fuera de la oficina (Amazon, Google, X, TikTok, grandes bancos de Wall Street e incluso varias AAPP) como podemos comprobar con las últimas noticias.

La continua vigilancia del acuerdo, así como nuestra capacidad para reformular propuestas complementarias, han desembocado además en nuevos progresos, como las nuevas capacidades de acumulación y la bolsa de 5 días adicional. Hasta tal punto estamos aprovechando el teletrabajo que se han abierto nuevas oportunidades de deslocalización, algo impensable no hace tanto tiempo.

Hoy, las más de 13.000 personas que estamos bajo el paraguas del CEV tenemos la posibilidad de trabajar fuera de la oficina (incluyendo segundas residencias) como mínimo, dos dias por semana. Y tal derecho está garantizado legalmente hasta que otro convenio lo revoque. Una garantía laboral que no sólo nos proporciona seguridad jurídica, sino que evita posibles contagios o caprichosos cambios de tendencia (que habitualmente siempre van en contra de nuestros intereses).

Es importante recordar que, desde la negociación del teletrabajo en 2021, la empresa se opuso a cualquier modificación del modelo que provenía desde antes de la pandemia. De hecho, hasta aseguró en la mesa de negociación sentirse “cómoda” con aquel teletrabajo anárquico, antojadizo y que se modulaba al albur de parámetros subjetivos y localistas. Sólo gracias al empeño de UGT, que se parapetó en el “sin teletrabajo universal no habrá convenio”, se pudo llegar al punto donde nos encontramos. No deberíamos olvidar los logros que esta plantilla ha conseguido, pero tampoco cómo se ha llegado a ellos.