La locomotora europea vuelve a dar ejemplo en cómo impulsar un despliegue coherente y masivo de infraestructuras digitales.
El BMVI (Bundesministerium für Verkehr und digitale Infrastruktur[1], Ministerio Federa
Las ayudas subvencionarán hasta un máximo del 50% de los costes de las infraestructuras, con un límite de un millón de euros por subvención.
Las nuevas conexiones deberán proporcionar velocidades simétricas de 1 Gbps. Además, se estipula que en el caso de crearse zonas WiFi con estas ayudas públicas, dichas redes inalámbricas deberán ser gratuitas para los usuarios.
Como ya hemos indicado en multitud de ocasiones, las comparaciones son siempre odiosas, pero también necesarias. Los datos son tan contundentes que merece la pena otra vez recordarlos: Alemania invierte 350 millones de euros en llevar redes de 1 Gbps a zonas de interés comercial y empresarial. España dedicó 0 euros en 2016, y unos miserables 63 millones de euros en 2015, a llevar la banda ancha por toda la piel de toro, incluyendo empresas, parques industriales, ciudades, pueblos y hogares.
Podemos hacer todas las críticas que queramos, pero los hechos son irrebatibles: las diferencias no sólo se marcan por el dinero, sino también por el liderazgo y la intencionalidad política.
[1] https://de.wikipedia.org/wiki/Bundesministerium_f%C3%BCr_Verkehr_und_digitale_Infrastruktur
[2] http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/archivos/elementos/2016/alemania_redobla_la_inversion_en_redes_de_ultima_generacion.pdf y http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/archivos/elementos/2016/21proyecto_fibra_optica_gigabit_alemania_2025.pdf