Encuentro “La agenda digital española”

24 de julio de 2017

Entre los días 28 y 30 de junio, se celebró en la sede santanderina de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, el encuentro “La Agenda Digital Española[1]”, al que asistió UGT Comunicaciones.

El evento se distribuyó en tres jornadas[2], cuatro mesas redondas y varias ponencias magistrales impartidas por especialistas de reconocido prestigio (Emilio Ontiveros; Julio Linares) y personajes de relevancia política (el Secretario de Estadio, Jose María Lassalle). El elenco es su conjunto suponía un acontecimiento de suma importancia y que nos permitía ampliar nuestra perspectiva y conocer cuáles son las tendencias dentro de esta intensa transformación digital que estamos viviendo.

La conferencia inaugural correspondió a uno de los organizadores del encuentro – el Ministerio de Agenda Digital-, y en concreto al Secretario de Estado de Sociedad de la Información y Agenda Digital (SESIAD). El contenido de su intervención lo hemos comentado con detalle a raíz de la reunión con mantuvimos desde UGT Comunicaciones con el Secretario de Estado el 28 de junio, que coincidió en la misma fecha de inauguración del evento. No obstante, consideramos importante repasar dos anuncios que realizó en su intervención en Santander, que se hacen eco de reivindicaciones históricas de UGT: la puesta en marcha de una estrategia digital integral que tenga en cuenta la opinión de los agentes sociales[3], el inicio de una estrategia para el 5G que culminará con la liberación del segundo dividendo digital[4] y la confirmación de que el Gobierno subvencionará ayudas para la conexión a Internet en zonas blancas, usando tecnología inalámbrica LTE o satelital[5].

Otra de las intervenciones más sugestiva fue la del economista Emilio Ontiveros[6], que hizo un verdadero tratado sobre el significado de una discontinuidad tecnológica acelerada, sobre los cambios que supone la economía colaborativa, que suma muchos más actores a competir que la anterior fase de globalización, lo que redunda en mayor competitividad. De hecho, la Cuarta Revolución Industrial será, por primera vez, un fenómeno de países tanto ricos como pobres, gracias a ultra conectividad. Según Ontiveros, la posición de España no es buena, debido a su eterno lastre de baja productividad – el colesterol bueno, como él le denomina-.

En el apartado dedicado al empleo, el catedrático indicó que la digitalización intensiva mediante la robotización probablemente redundará en un descenso neto del empleo a corto plazo y que presionará a la baja las remuneraciones de las personas con menores habilidades digitales. De hecho, la alfabetización tecnológica será un vehículo de desigualdades que sustituirá a la clásica lucha de clases, entre aquellos que tengan competencias digitales y los que no. A preguntas de UGT, sobre las medidas paliativas para laminar esa tendencia de posible destrucción de empleo y foco de desigualdad, el economista estuvo de acuerdo con nuestras propuestas de establecimiento de un renta básica –“los ciudadanos quizás tengan que empezar a mentalizarse de que parte de sus impuestos tendrán que ir a este fin”-, mejorar las políticas activas de empleo y sus subsidios, aumentar los gravámenes a las empresas e ir reduciendo las jornadas de los trabajadores. Con todo, el empleo estructural podría alcanzar cifras superiores al 11%.

De especial interés para nuestro Sector fue la mesa redonda sobre “Desarrollo de infraestructura. Despliegue de redes de nueva generación”, compuesta por los directores de Regulación de Telefónica, Orange y Vodafone (Alberto Moreno Rebollo, Christian Hacker y Matías González Martín), que efectuaron un amplio repaso sobre la situación de las redes de nueva generación en nuestro país, tanto desde un punto de vista agregado como por las cifras que aporta cada operador. Todos ellos coincidieron en el buen estado de las redes españolas, especialmente en FTTH, donde hemos pasado de un 1% en 2009 a ponernos a la altura de los países más punteros del mundo, con un 62,30% de cobertura y 31 millones de acceso construidos. También hubo un generalizado consenso en lo referente a algunas normativas locales que impulsaron este masivo despliegue, como el reglamento sobre ICT y verticales[7], el PEBA-NGA y las sucesivas normativas comunitarias y nacionales.

Precisamente Orange destacó que España presenta una mayor rentabilidad en el despliegue del FTTH que en Francia, gracias a este marco regulatorio “adecuado”. No obstante, aún existen zonas –blancas- de baja intensidad poblacional en donde la rentabilidad es tan baja que los operadores no pueden intervenir. De hecho, si en una zona con de 5.000 habitantes, el retorno es de 4 líneas de banda ancha contratadas por 22,5 hogares pasados, esta relación baja hasta una única línea en poblaciones de 1.000 habitantes. Para paliar esta situación, Orange propone que existan obligaciones de compartición entre despliegues de operadores en estas zonas, un plan de ayudas públicas mediante subvención directa o con compartición obligatoria de infraestructuras subvencionadas y aumentar la eficacia de los mecanismos NEBA y VULA.

Vodafone realizó una revisión muy exhaustiva de los hitos acontecidos entre 2009 y 2017, así como la estructura de sus redes después de la asimilación de ONO. Los retos son que plantea Vodafone para el corto plazo son poner coto “la inflación de los precios de los contenidos, que ponen en duda la rentabilidad de los despliegues de las NGN”, así como “estimular la demanda de las nuevas aplicaciones (gaming, video bajo demanda)”, “incrementar la participación de las ayudas públicas para reducir la Brecha Digital” y “reducir los precios de los servicios mayoristas de Telefónica para el acceso a su red FTTH”.

Telefónica afirmó que aumentar el número de clientes de NGN no es solo es una cuestión de despliegue sino de también demanda, presumiendo que su compañía tiene más clientes FTTH que la suma de Alemania, Francia, Italia, Portugal y el Reino Unido. Telefónica ha señalado que es muy ineficiente mantener dos redes de forma paralela (cobre y fibra), por lo que está procediendo a su apagado paulatino de sus centrales de cobre – llevan ya 27 cierres-, al considerar que verdadera digitalización es “tener a todos sus clientes sobre fibra”. El incumbente repasó la normativa MARCo[8], que tanto ha contribuido al número de redes FTTH que posee España, aportando un dato muy llamativo: Telefónica comparte 19.000 Km de conductos con sus competidores a través de esta normativa. Finalmente, hizo un repaso sobre aspectos como el paso de las NGN en el DESI, la polémica sobre la Neutralidad de la Red[9] o, coincidiendo con sus predecesores, la necesidad de que se aumenten las Ayudas Públicas, con especial atención al lado de la demanda.

El regulador también tuvo su espacio con la ponencia “Competencia y regulación en los mercados de comunicaciones electrónicas: banda ancha y despliegues de nueva infraestructura”, intervención conducida por Juan Diego Otero Martín, Subdirector de Análisis de Mercados de Comunicaciones Electrónicas de la CNMC. Los datos que presentó dan una perfecta idea de la evolución del sector: en 8 años el número de hogares con banda ancha fija ha aumentado un 51%, hasta casi 15 millones; en el mismo lapso de tiempo, ya hay más de 321% de líneas NGN, casi todas ellas comercializadas dentro de un paquete.

El ponente de la CNMC hizo un repaso de las operaciones de concentración que se han efectuado en España en los últimos años. Se dice pronto, pero este proceso de reorganización comenzó en 2014 con la adquisición de ONO por parte de Vodafone[10] hasta la reciente fusión de los cableros del nombre. En esos tres años, Orange también compró Jazztel[11], MásMóvil se multiplicó por sí misma[12] y Movistar se hizo[13] con DTS-Canal+. Un agitado sector que el regulador ha tenido que vigilar y controlar, en especial lo referido a los precios. Según la propia CNMC, estas fusiones han repercutido en una subida nominal de los precios a cambio de nuevas funcionalidades, pero este repunte “es de una magnitud muy inferior a las reducciones previas”.

Para finalizar con este resumen, y aun a pesar de la calidad del resto de las intervenciones, debemos hacer mención y destacar la ponencia dirigida por Julio Linares en calidad de presidente de la Comisión de Sociedad Digital de la CEOE[14], “Digitalización de la economía española”. Linares defendió la necesidad de acometer un plan integral para digitalización nuestra economía, que podría representar un crecimiento del 3,2% del PIB y 250.000 nuevos empleos. Este proyecto, denominado “Plan Digital 2020[15]”, se estructura de forma vertebral y transversal, para conformar una transformación digital ambiciosa y de «enorme impacto desde todos los puntos de vista», no sólo económicos, sino también desde el punto de vista social y de los consumidores. Linares estima que España debe dar un paso adelante y liderar este proceso, a pesar de su retraso en este aspecto (14 de la Unión Europea y el 35 a nivel global en este ámbito). Según sus propias palabras, “aún estamos a tiempo”. Para lograr dicho objetivo, ha establecido que sería necesario “una inversión en innovación del 2% del PIB como mínimo, y si fuera posible un 3%”, y más centrada en infraestructuras intangibles -como el Big Data o la inteligencia artificial-. Si España se pone manos a la obra, por ejemplo, con la formalización de un Pacto de Estado sobre Digitalización o Educación, nuestra economía se vería enormemente beneficiada.

La CEOE recomienda la creación de “una entidad gubernamental con responsabilidad coordinadora transversal, una comisión en el Congreso para garantizar un marco legislativo adecuado, e impulsar el liderazgo en el alineamiento con los planes europeos”. Finalmente, el presidente de la Comisión para la Sociedad Digital de la CEOE recordó que hay 350.000 puestos de trabajo sin cubrir en España, una cifra “increíble en una situación de desempleo como la que tenemos”.