Ante las diferentes informaciones registradas en los medios de comunicación, en donde se señala la posibilidad de una reactivación de las portabilidades en las actividades ligadas a las actividades de telecomunicaciones, UGT quiere mostrar su más absoluto rechazo a la medida.
Nos oponemos de plano, puesto que esta reactivación conllevará un incremento del peligro de contagio en las personas trabajadoras que trabajamos en el sector de las comunicaciones. No tiene ningún sentido, y además es incongruente, reforzar las medidas sanitarias en todos los sectores productivos de la economía y relajarlas en el nuestro. Estamos ante una situación en donde debe primar la salud por encima de todo. Nuestra seguridad por encima de todo, no sometiéndose, en ningún caso, a intereses económicos, regulatorios o competitivos.
Además, UGT considera que la medida no ha tenido en cuenta todas las casuísticas que tiene nuestro sector. Por un lado, la apertura de las portabilidades en la red fija (banda ancha especialmente) es inviable en la actual situación: supondría volver a desplazar personas a los domicilios de los clientes, lo que supondría exponer a la enfermedad de cientos de personas trabajadoras. Precisamente cuando acabamos de acordar con Telefónica una paulatina reducción del trabajo presencial en Operaciones, llevándolo al mínimo imprescindible, esta medida echaría al traste todo lo acordado con la compañía. ¿Dónde queda el respeto a la negociación colectiva cuando se aprueban medidas de este tamaño sin consultar?
Por otro lado, reactivar las portabilidades del segmento móvil presenta múltiples inconvenientes que no sabemos si se han tenido en cuenta. Por ejemplo, ¿se va a abrir la posibilidad de hacer campañas telefónicas? ¿nos arriesgamos a volver a ver las imágenes de call-centers atiborrados de personas prácticamente unas encimas de otras? En caso de cambio de operador, ¿quién va a llevar la nueva SIM a casa del cliente? ¿Incrementamos de nuevo el número de personas en la calle por algo tan superfluo? Y por último, y quizás lo más importante: ¿en caso de que la portabilidad falle y deje a una persona incomunicada, quién se va a hacer responsable en el caso de que sea una persona mayor o aislada?
Ambas líneas de negocio, están íntimamente interconectadas, junto con la TV, en paquetes convergentes. Suman 15 millones de productos empaquetados, lo que significa que casi la mayoría de los clientes del sector tienen contratada una solución de este tipo. Abrir la portabilidad de un único segmento, aunque sea el móvil, representaría no sólo alterar la dinámica competitiva sectorial de forma artificial, sino confundir a la ciudadanía sobre qué puede o no portar, caldo de cultivo perfecto para fraudes, malos entendidos y, en muchos casos, desconexión parcial o total.
En conclusión, cualquier de las opciones que baraja el Gobierno son inoportunas y tienen muchas más desventajas que supuestos beneficios, lo que nos hace dudar sobre si su origen no estará más enfocado a favorecer a unos en detrimento de otros.
Además, estas medidas, en caso de aprobarse, supondrían dar la espalda a nuestro sector y a nuestras plantillas en un momento como el actual, en el que estamos haciendo un esfuerzo considerable para soportar incrementos de tráfico únicos en nuestra historia. Estamos garantizando la conectividad plena de empresas y hogares en momentos en donde el teletrabajo, la gestión online y el entretenimiento se han convertido en aspectos claves, imprescindibles, desde un punto de vista social y económico. Por tanto, no necesitamos estas medidas; no son urgente ni inaplazables.
En definitiva, UGT se opone frontalmente a esta medida por el riesgo para la salud de miles de personas y los riesgos de incomunicación que supondría para los colectivos más vulnerables. Daremos cuenta de ello a todos los agentes implicados y haremos todo lo que esté en nuestra mano para evitarla.