- A mediados de 2019, según los últimos datos publicados por el Gobierno, todavía hay cientos de poblaciones en España en los que su conectividad a Internet es prácticamente nula.
- Así, aún se encuentran 9.400 pueblos que no pueden acceder a una conexión de alta velocidad, otros 1.600 donde es imposible conectar a una velocidad mínima de 30 megas e incluso hay otros 200 núcleos de población a los que no llega una mínima señal de 4G.
- Las CCAA más afectadas son Castilla y León y Galicia. Por provincias, en Teruel hay 46 pueblos sin cobertura de 4G, mientras que 1.400 localizaciones de A Coruña no pueden acceder a una red alta velocidad.
- En la actualidad circunstancia de pandemia mundial, donde el teletrabajo, la educación a distancia y el entretenimiento son aspectos clave de nuestras vidas, la lacra de la Brecha Digital se agudiza más si cabe.
Los últimos datos publicados por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, sobre la cobertura de las redes de comunicaciones fijas y móviles vuelve a poner de manifiesto el amplio alcance de la Brecha Digital que sufre nuestra estructura territorial y que lesiona gravemente los principios básicos constitucionales de cohesión territorial y de igualdad de oportunidades.
A mediados de 2019 todavía existían en España cientos de poblaciones[1] en los que es, en la práctica, imposible conectarse con garantías a Internet. La alta velocidad (más de 100 Mbits/seg) es inalcanzable para casi 9.400 núcleos de población en España. En consecuencia, más de un millón de personas no tienen acceso a una conexión de calidad que permita simultanear el teletrabajo con, por ejemplo, la educación a distancia de sus hijos. Para esta deficiencia, la CCAA más afectada es Galicia, con 3.346 núcleos de población sin acceso a esta alta velocidad, seguida de Castilla y León, con 1.875.
La otra velocidad de referencia para España y Europa, la de 30 Mbps, considerada como un estándar mínimo de acceso, también sufre de auténticos agujeros negros en nuestras provincias y CCAA. Todavía en pleno siglo XXI, 1.600 poblaciones no tienen acceso a una red de esta velocidad, la mínima para poder realizar una video-llamada en condiciones aceptables. Para este caso, Castilla y León es la CCAA con mayores deficiencias: 721 poblaciones tienen auténticos problemas para acceder con garantías al teletrabajo o al entretenimiento online. En términos provinciales, Asturias registra 178 poblaciones con esta insuficiencia, por 144 de A Coruña.
Pero la Brecha Digital también alcanza a las redes móviles de última generación: el 4G es todavía inaccesible para 200 núcleo de población, concentrados en Castilla León (69) y Aragón (46). De hecho, la provincia con más poblaciones sin acceso al 4G es Teruel, con 26.
Según el Gobierno, la cobertura media del territorio nacional es de un 99,8% de 4G, 94,3% para una velocidad de 30 Mbps y de 83,6% para los 100 megas. Pero esta media ponderada no debería soslayar la realidad de miles poblaciones que, cuando se analizan estos tres tipos de acceso, no llegan a un mínimo exigible. Así, y según la investigación realizada por UGT, todavía hay 600 pueblos en España con más de 50 habitantes (279 en Castilla y León) en los que la cobertura de redes fijas y móviles dista mucho de acercarse, ni siquiera aproximadamente, a la media nacional ponderada. Se trata de 85.000 ciudadanas y ciudadanos que viven en los núcleos de población con las peores redes de telecomunicaciones del país.
Para todos los habitantes de estas poblaciones, con independencia de cada casuística, la Brecha Digital es una realidad que le posterga e impide trabajar, educarse o simplemente, entretenerse. Y mucho más en un contexto de pandemia mundial que ha obligado a un largo y estricto confinamiento, quien sabe si no solo en una ocasión.
UGT reitera de nuevo su exigencia para elaborar, conjuntamente con AAPP y patronales, un Plan de Inclusión Tecnológica que ponga a España en la media europea en inclusión digital. La Brecha Digital, como forma de desigualdad, ha pasado a ser un lastre social de primer orden y únicamente con sensibilización, negociación, acuerdos y acción política se podrá acabar con ella.
[1] En todos los casos, se entienden por poblaciones o núcleos de población aquellos con 50 o más habitantes.