El nuevo presidente Biden ha entrado en la Casa Blanca presentando un ambicioso plan de rescate basado en una gigantesca expansión de infraestructuras, que curiosamente lleva el título “The American Jobs Plan1https://www.whitehouse.gov/briefing-room/statements-releases/2021/03/31/fact-sheet-the-american-jobs-plan/”.
La financiación del plan, que alcanza los 2 billones de dólares2https://www.elmundo.es/economia/2021/03/31/6064d15221efa02e148b4682.html, propone ocho líneas de actuación, desde carreteras, puertos y aeropuertos a red eléctrica, pasando por edificios comerciales a un milmillonario plan de extensión de la banda ancha.
En concreto, el equipo de Biden reserva 85.000 millones de euros (100.000 millones de dólares) al objetivo de llevar redes de nueva generación de alta velocidad al 100% de sus habitantes. Con ello, se pretende dar cobertura a no menos de 30 millones de estadounidenses viven en áreas sin acceso a banda ancha rápida3https://www.telecompaper.com/news/us-president-proposes-usd-100-bln-investment-to-reach-100-broadband-coverage–1378014.
Para el 46º presidente de los EEUU, la alta velocidad de acceso a Internet es “la nueva electricidad”, y es un elemento imprescindible para “trabajar, educarse, para la atención médica y la conectividad”. Pero la realidad es que muchas zonas rurales de EEUU, especialmente las de las reservas indias, carecen de servicio4https://www.theverge.com/2021/3/31/22359496/biden-american-jobs-package-broadband-semiconductors-electric-vehicles, o cuando existe, supone un coste elevadísimo. Además de la financiación, la Administración central promulgará leyes de impulso a redes de carácter público y local y normativizará para alcanzar una mayor transparencia de precios5https://www.politico.com/news/2021/03/31/biden-internet-broadband-bills-478734.
Este plan mejora ostensiblemente las medias ya adoptadas para reducir la brecha digital en los Estados Unidos. El regulador estadounidense del sector, la FCC, había informado recientemente6https://www.telecompaper.com/news/fcc-says-digital-divide-narrowing-approves-new-rules-to-collect-coverage-data–1369285 de una fuerte reducción de las personas sin acceso a Internet de 25 Mbps, desde los 18,1 de 2019 a los 14,5 de 2020. Pero se debe tener en cuenta que hablamos de una velocidad, hoy por hoy, superada ya por las necesidades básicas de conectividad para un hogar donde se teletrabaje, estudie a distancia o se requiera streaming de alta calidad; o de un negocio que precise de una buena infraestructura para el comercio electrónico.
Con todo, gracias a estos planes de reducción de la brecha, 3,7 millones de habitantes de zonas rurales lograron conectarse a Internet, hasta alcanzar un 83% de áreas rurales con acceso a un servicio de banda ancha de al menos 25/3 Mbps (15 puntos más que en 20167https://www.fcc.gov/document/fcc-annual-broadband-report-shows-digital-divide-rapidly-closing).
La comparativa internacional no sitúa a EEUU en un buen lugar en términos de conectividad de alta velocidad. Las estadísticas de la OCDE confirman su retraso, con sólo un 16,5% de conexiones a Internet por fibra, lejos de la media mundial (29,22%) y a años luz de España (70%). Además, su crecimiento interanual en fibra también estaría por debajo de la media (y de la española, a pesar de nuestra gran capilaridad).
Percentage of fibre connections in total fixed broadband, June 2020
Annual Growth of fibre subscriptions, June 2019- June 2020