Cuando el 15 de marzo de 2020 el Gobierno estableció un confinamiento domiciliario y una cuarentena nacional, las personas trabajadoras de TME nos encontramos con una situación insólita, que jamás habríamos previsto.
Las dudas, y por qué no decirlo, el miedo, sacudió nuestra actividad laboral como nunca había pasado anteriormente. El hecho de pasar de un trabajo presencial a uno realizado íntegramente desde casa, con todo lo que ello suponía de novedoso, planteaba un reto único en nuestra vida.
En UGT lo tuvimos claro desde un principio: no solo teníamos que sentarnos con la empresa para tomar las medidas oportunas que mitigasen esta situación; teníamos que estar cerca de nuestra plantilla, más cerca que nunca si cabe y mostrar una total disponibilidad.
La única forma era aprovechar los medios y capacidades que teníamos, desterrando ideas de otra época. Y nos lanzamos a dar asambleas por formatos virtuales. A aumentar nuestra atención telefónica, por whatsapp o vía email. Entendíamos, y aún entendemos, que era prioritario dar una información cercana, veraz e inmediata. La situación así lo exigía.
Desde el inicio de esta crisis sanitaria, nuestro Sindicato ha celebrado numerosas asambleas en toda España. Tanto en los grandes centros de trabajo como en los más pequeños se realizaron charlas. Con sus delegados/as de referencia o con los máximos responsables del Sindicato, que fueron explicando, paso a paso, las novedades que surgían. Durante todos estos meses, UGT fue el único sindicato que siempre ha estado accesible, a vuestro lado.
Hemos sido la única fuerza sindical visible, porque entendíamos que era nuestra obligación, nuestra responsabilidad, nuestro compromiso. Ahora que estamos en periodo electoral, emergerán sindicatos por doquier.
La pregunta que deberíamos hacernos es, ¿dónde estuvisteis cuando más os necesitábamos?