El 22 de febrero es el Día de la Igualdad Salarial. El objetivo de este día es poner de relieve que mujeres y hombres no ganan lo mismo por la realización del mismo trabajo o de un trabajo de igual valor. Las mujeres de cualquier edad, sector en el que trabajen, tipo de jornada o contrato, tienen que trabajar más para ganar lo mismo que los hombres.
En todos los países, a las mujeres se les paga menos que a los hombres, con una brecha salarial estimada en un 23% a nivel mundial. La igualdad y el empoderamiento de las mujeres y las niñas siguen estancados debido a la persistencia de desigualdades históricas y estructurales en las relaciones de poder entre mujeres y hombres que afectan a todos los ámbitos de la sociedad.
En nuestro país, la brecha se sitúa en el 20,3% (en 2020) para el conjunto de las actividades económicas. Sin embargo, el conjunto de los sectores de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT sumaron una brecha salarial del 31,1 %, con una diferencia salarial de más de 6.600 euros anuales de media entre mujeres y hombres.
Pese a que la brecha salarial se ha reducido en 1,3 puntos porcentuales respecto a 2019, el ritmo al que se corrige ni es constante ni es significativo. Podríamos decir que, si este se mantuviera constante en el tiempo, se necesitarían más de 15 años para que la brecha salarial entre ambos sexos desapareciera en España.
Una de las causas de la brecha salarial en España, viene dada por la alta concentración de mujeres con salarios bajos y la escasa presencia de mujeres en los tramos de retribuciones salariales más altas. Si analizamos la presencia de mujeres por tramos de salarios brutos anuales, su presencia va disminuyendo en la medida que aumentan los salarios. Incluso cuando las mujeres ocupan la categoría de Directoras y Gerentes, la brecha salarial es de un 19,93% de diferencia en relación a los hombres con la misma categoría.
Ello es el resultado de la infravaloración de los trabajos desempeñados por mujeres. UGT confía en que los instrumentos aprobados por el Real Decreto 902/2020, de 13 de octubre, de igualdad retributiva entre mujeres y hombres, consigan que los trabajos realizados por mujeres se valoren desde una perspectiva no discriminatoria y sus salarios aumenten, ya que este Real Decreto obliga a las empresas a realizar una valoración de puestos de trabajo en el que no se discrimine el valor del trabajo de las mujeres.
Otra de las causas que contribuye a la existencia de brecha salarial es la modalidad de jornada, el 75,11% de las mujeres asalariadas tienen una jornada a tiempo completo frente a un 92,62% de los hombres.
Para UGT esto demuestra un caso de doble discriminación, la primera la del acceso al empleo en jornada completa y la segunda la infravaloración del trabajo de las mujeres.
En el análisis por comunidades, vemos que las brechas salariales más altas se producen en Asturias (25,22 %), Aragón (22,89 %) y Navarra (22,37%).
En el caso de las pensiones de jubilación vemos como la brecha salarial se eleva hasta situarse en el 34,29%, por lo que la brecha que las mujeres soportan a lo largo de su vida laboral se perpetúa y acrecienta al llegar a la jubilación. Ello es el resultado que a los salarios más bajos que perciben durante su carrera profesional se añaden las interrupciones que han soportado por dedicarse a los cuidados de las personas dependientes en el hogar.
La lucha por la igualdad salarial en el mercado laboral es un compromiso que la FeSMC UGT tiene adquirido en sus principios generales, y por ella apostamos en cada Plan de Igualdad, analizando posibles brechas y estableciendo medidas que corrijan las desigualdades, fomentando la monitorización continua de los datos en materia salarial para tratar de identificar posibles discriminaciones y así poder erradicarlas.
UGT tiene plena confianza que la recién aprobada Reforma Laboral quede plasmada en los salarios que perciben las mujeres y hombres con contrato temporal y ayude a corregir las brechas salariales, como ha ayudado a corregir la brecha salarial la subida del Salario Mínimo Interprofesional.
La igualdad en el entorno laboral es un compromiso necesario para garantizar un trabajo digno. Erradicar la brecha retributiva y la precariedad son condiciones imprescindibles para avanzar hacia una sociedad más justa que haga valer los derechos de las mujeres.