La Secretaria de Estado de Agenda Digital (SESIAD), ha publicado su informe anual sobre la cobertura de la banda ancha en España, desglosando las cifras tanto por tecnología como por velocidad de la conexión. El informe1https://avancedigital.gob.es/banda-ancha/cobertura/Documents/Cobertura-BA-2018.pdf resulta ser una magnífica radiografía de la huella de red de las operadoras, por lo que procede hacer un análisis del mismo.
En cuanto a la velocidad, aquí se nota un relevante aumento de la cobertura de la alta velocidad con respecto a 2015 (+15 puntos porcentuales), alcanzando el 81% de cobertura de 100 Mbps en España, unos guarismos coherentes con el incremento de las redes de fibra en todo el territorio.
Si se entra al detalle de cada tecnología –nos detendremos en aquellas tipificadas como redes de nueva generación, ya que la evolución del ADSL y VDSL no difiere de años anteriores-, se vuelve a revelar la grave brecha territorial que vive España. Así, aunque tampoco difiere en exceso de años anteriores, en el cable HFC tenemos grandes desequilibrios entre CCAA – del 89% de cobertura de Euskadi al 8,6% de Extremadura- y poblaciones –del 82% de las poblaciones de 100.000 a medio millón de habitantes al 7,6% de las de 2.000 a 5.000 habitantes (ver imagen siguiente)-:
Lo mismo podemos comentar en cuanto al FTTH. En términos de CCAA, las diferencias van del 97,1% de cobertura de fibra en Madrid al 48,5% de Galicia, nada más y nada menos que 48 puntos porcentuales, mientras que en municipios, se comprueba que las poblaciones de más 100.000 habitantes casi alcanzan el 100% de cobertura, por un paupérrimo 16,4% en las de 2.000 habitantes (un guarismo que no ha mejorado nada en el último año):
Obviamente, este contexto se traslada, casi miméticamente, a las velocidades de conexión:
Sin embargo, esta brecha territorial casi se ha cerrado en términos de cobertura inalámbrica, salvo en la parte referida a poblaciones inferiores a 500 habitantes:
La representación final de este brutal desequilibrio territorial está en la brecha por hábitat3http://www.ugt.es/Publicaciones/BRECHADIGITAL_WEB.pdf, es decir, aquella que viene determinada por vivir en una zona urbana o rural. Más allá de la tecnología, las diferencias en cuestión de velocidad son abismales: más de 40 puntos en conexiones de 30 Mbps y 43 puntos porcentajes en velocidades de 100 Mbps o más. En conclusión, si se vive en un entorno rural, hay que conformarse con una velocidad entorno a las 10 Mbps si hay suerte, y si esto nos posible, con 2 Mbps, un tipo de conexión absolutamente ineficiente para acceder funcionalmente a los servicios de Internet: