Aumenta la pobreza digital: cada vez más personas no pueden adquirir un ordenador

En una sociedad tan digital y avanzada como la española, poca atención se presta a la pobreza digital que subyace entre nosotros. Y los datos son tan alarmantes como contundentes.

El INE publica anualmente la Encuesta de condiciones de vida (ECV), donde se analiza la carencia de material. En este apartado se recogen las dificultades que tienen nuestros conciudadanos y conciudadanos para irse de vacaciones, para adquirir alimentos o un vehículo o si pueden afrontar gastos imprevistos. También sondean las dificultades para comprar un ordenador nuevo.

En la siguiente tabla se recogen las variables para 2023 y 2022:

Carencia de material: no puede permitirse disponer de un ordenador personal

Como se puede observar, más de un 6% de la población española no puede permitirse un ordenador personal, lo que en cifras absolutas supone más de 1,8 millones de personas. Un barbaridad indigna y sorprendentemente desconocida.

Llamativamente, el tramo de población con mayores dificultades es la comprendida entre los 30 y los 44 años, lo que supone casi más 710.000 personas, un 39% del total.

Además, es preocupante que, en una economía que crece un 2,5% cada año, las cifras de exclusión digital no solo no se reduzcan, sino que aumenten: tres décimas entre 2022 y 2023, lo supone sumar 89.000 personas a este tipo de pobreza tecnológica.

Sin lugar a duda, y tal y como ya hemos dicho en infinidad de ocasiones, hacen falta ayudas públicas para combatir la pobreza informática y favorecer la formación digital.

Esta limitación entorpece sobremanera la inclusión social de estos colectivos. Sin un ordenador es casi imposible acceder a servicios básicos, como la educación y la formación, la banca digital, la concertación de citas médicas y un sinfín de trámites públicos que se gestionan eminentemente online.

UGT exige a las Administraciones Públicas que tomen nota de esta situación y se pongan manos a la obra. Es hora de volver a las ayudas públicas para la adquisición de dispositivos digitales para colectivos, acompañadas de los bonos sociales para la conectividad y la necesaria formación inicial. Sin la puesta en marcha de estos tres vectores, planificados y ejecutados de forma paulatina, estaremos abocando a una gran parte de la ciudadanía al ostracismo social.

UGT Comunicaciones