En la reunión del CI de TdE celebrado hoy, se ha abordado el inesperadamente polémico punto del orden del día sobre la composición de los colegios electorales en las futuras elecciones sindicales a celebrar en mayo en TdE.
Tras el debate, las fuerzas sindicales del CI han votado por mayoría, con un solo sindicato en contra, a favor de que todos los trabajadores/as queden encuadrados en el mismo colegio, por entender que no existen trabajadores sin cualificación que posibiliten la creación de un segundo colegio, tal y como se produjo en las últimas elecciones sindicales.
Desde UGT venimos manteniendo desde el principio, que la votación en el CI, no siendo vinculante para el proceso electoral, sirve en cambio para que los trabajadores/as que tengan que conformar las mesas electorales tengan un referente clarificador a la hora de adoptar la decisión sobre cuantos colegios electorales haya que establecer en cada provincia.
Entendemos que si en todas las mesas se aplica el mismo criterio, en el sentido consensuado en el CI, y no existe ninguna impugnación, no deberían existir mayores problemas, tal como sucedió en las pasadas elecciones, donde finalmente solamente se reclamó en dos provincias, siendo efectiva dicha impugnación únicamente en una.
Como UGT insistimos en que todos los trabajadores/as deben estar en el mismo colegio, por considerar que, después de la clasificación profesional y el cambio hacia actividades de mayor valor, han demostrado sobradamente su cualificación, quedando desierto el segundo colegio, debiendo evitar además que colectivos que siempre han votado en el colegio I de Técnicos, ahora tuvieran que hacerlo en el colegio II de no cualificados.
En UGT abogamos por que todos los sindicatos vayamos en la misma direccióny no pongamos palos en las ruedas en el proceso electoral, para evitar dar lugar a problemas que no se produjeron en las anteriores elecciones, salvo en una única provincia, entendiendo que si no hay impugnaciones y todos estamos de acuerdo, no existe el problema que se pretende plantear desde una única formación sindical en el total de las cuarenta y ocho provincias restantes, donde no se produjo impugnación de ningún tipo y todos los trabajadores pudieron votar en un único colegio electoral.
Cualquier dinámica contraria a este criterio simplemente llevaría a prolongar absurda e inútilmente el proceso electoral, dificultando la definitiva composición del CI y en consecuencia retrasando irracionalmente el inicio de una negociación colectiva imprescindible para el futuro de los trabajadores y trabajadoras de Telefónica de España, así como de las restantes jurídicas que componen el CEV.