La potencia y versatilidad de las nuevas herramientas digitales son en la actualidad un arma de doble filo: por un lado permiten mejorar la conciliación de la vida familiar-laboral con elementos como el Smartworking o el trabajo en movilidad, pero por otro lado difuminan el horario laboral, permitiendo que la jornada se extienda indefinidamente al estar conectados de forma continua.
Es responsabilidad de cada uno de nosotros poner esos límites y saber desconectar del trabajo. Sin embargo esto no será posible sin el apoyo de la compañía que debiera definir una política de desconexión digital que evite reuniones, correos y tareas fuera del horario oficial reflejado en el convenio colectivo.
Elementos formales como la “Disponibilidad e intervención” ya regulan las relaciones trabajador-empresa fuera de la jornada ordinaria, pero hay muchos puestos a los que no aplica ese concepto y que sin embargo atienden de forma habitual llamadas, correos, mensajería instantánea y otro tipo de intrusiones extendiendo su horario laboral de forma indefinida.
Lo que está fuera de toda duda es que atender dichas interrupciones es trabajo y ello supone una dedicación que no se tiene en cuenta para el cumplimiento de los periodos de descanso, ni para la remuneración, ni para el control de los riesgos de salud laboral asociados.
Este es un debate abierto en el actual mundo laboral hiperconectado y en Vodafone deberíamos ser pioneros en la adopción de medidas concretas, efectivas y eficaces, para paliar lo que podría derivar en un serio problema de salud laboral.
En UGT sabemos además que es un tema demandado por nuestros compañeros y no podemos esperar a una regulación por ley, que ni está ni se la espera, sino que debemos abordar esta problemática con la empresa en busca de soluciones. Por ello solicitaremos una reunión específica para tratar el tema o bien como un punto del orden del día de la reunión estatal de prevención.