El anunciadísimo proyecto de Google para convertirse en un operador puro en infraestructuras naufraga de forma estrepitosa.
Google Fiber comenzó su andadura en marzo de 2011, centrando su primer despliegue en la ciudad de Kansas City1
https://elpais.com/tecnologia/2012/07/27/actualidad/1343373655_367556.html, Misuri. Fiber ofertaba conexiones a 100 Mbps y 1 Gbps de velocidad, con un almacenamiento de hasta 2 TB en Google Drive y una opción para añadir TV de pago. La opción de 1 Gbps tenía un precio de salida de 70 dólares (62 euros al cambio). La velocidad ofrecida, junto con el precio y unos ambiciosos planes de expansión a otras 8 ciudades, algunas del tamaño de Atlanta (5,5 millones de habitantes) generaron una corriente mediática que llegó a especular con su dominio absoluto del mercado, para desgracia de los operadores de telecos tradicionales2
https://www.abc.es/tecnologia/redes/20130216/abci-google-fiber-negocio-experimento-201302151517.html. Incluso se llegó a dar por hecho su aterrizaje en Europa3
http://www.redusers.com/noticias/google-tiene-pensado-llevar-redes-de-internet-ultrarrapidas-a-europa, advirtiendo de la apocalipsis que supondría para los operadores europeos tal competidor.
De aquellos vaticinios no queda solo su error de cálculo, sino que Google Fiber pasa por sus peores momentos en la actualidad.
Primero unos decepcionantes resultados empresariales4
http://www.smcugt.org/archivos/elementos/2016/los_resultados_de_google_fiber.pdf; https://www.multichannel.com/news/study-market-too-dismissive-google-fiber-s-potential-394356, como consecuencia de una mala valoración de los costes que supone crear infraestructuras5
https://www.theverge.com/2016/8/25/12652734/google-fiber-access-alphabet-layoffs-wireless-internet; https://www.cnet.com/news/google-fiber-reportedly-ordered-to-cut-costs-downsize/; https://www.theverge.com/2016/8/25/12652734/google-fiber-access-alphabet-layoffs-wireless-interne, derivaron en despidos masivos6
http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/despidos-en-google-fiber/, dimisión de su CEO7
https://www.recode.net/2016/10/25/13411182/google-access-executive-changes-craig-barratt y con rumores de venta de la división8
http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/quo-vadis-google/; https://www.businessinsider.com/google-shuts-down-project-titan-drone-program-2017-1?IR=T, hasta llegar a la situación actual: comienza el proceso de retirada9
https://www.fiercetelecom.com/telecom/editor-s-corner-google-fiber-says-adios-to-louisville.
Sí, Google Fiber comienza a irse de las ciudades donde ya había comenzado el despliegue. Las razones: los elevados costes de las obras, que quisieron ser mitigados con una novedosa – y económica- técnica: las excavaciones para enterrar la fibra tendían una profundidad de 5cm, que se rellenaba con una suerte de pasta pegajosa para cerrar la zanja. El resultado: una prestación del servicio pésima, con continuados cortes en la red y no alcanzando las velocidades prometidas. Consecuencias: abandono del proyecto y retirada. Una retirada que ha sido tan abrupta que incluso se ha visto obligada a pagar daños a las corporaciones locales por abandonar obras en curso, dejando incluso zanjas abiertas10
https://www.lightreading.com/services/broadband-services/google-fiber-to-pay-$384m-to-clean-up-mess-it-left-in-louisville-/d/d-id/750852; https://www.telecompaper.com/news/google-fiber-agrees-to-pay-louisville-for-road-works–1289123. Un paso atrás que significa más que un error puntual.
“Digging is very expensive”, afirman ahora desde Google. Un planteamiento equivocado, dicen otras fuentes. Reconocen haber tocado en hueso. Construir infraestructuras de comunicaciones capilares y universales ni es fácil –burocracia, inversión, impuestos, costes-, ni es inmediato, ni tiene atajos; requiere tiempo y, lo que es más importante, necesita experiencia, paciencia y trabajadores cualificados.
Para competir, tienes que conocer mínimamente el mercado y el negocio. Un marco regulatorio exigente con la privacidad y las normas de competencia, una presión fiscal rigurosa y un negocio que exige alta inversión para competir con diligencia son cuestiones que impactan directamente sobre la rentabilidad de un operador de telecomunicaciones. Y el coloso de Silicon Valley parece comenzar a entenderlo ahora. Cuando Google inició su negocio como operador, esperaba tener alrededor de cinco millones de clientes en cinco años y obtener beneficios sustanciales. Sin embargo, su parque de clientes apenas supera los 120.000 y su rentabilidad deja mucho que desear. De hecho, la propia compañía reconoce que construir una red basada en fibra óptica “es caro y consume mucho tiempo” y que su rentabilidad por cliente ha descendido “muy por debajo” de sus objetivos. Es más, este cierre está comenzado a dañar su imagen de actor invencible11
https://arstechnica.com/gadgets/2019/04/googles-constant-product-shutdowns-are-damaging-its-brand/, hasta el punto de empezar a preocupar a las más altas instancias del gigante americano.
En resumen, el experimento que apuntaba tan alto como para comerse el mercado mundial, se queda en nada.
Para UGT, un Sector como el de las Comunicaciones no puede estar a expensas de intentonas y proyectos sin base ni futuro. Nuestro sector, para poder ser sólido, innovador y dinámico, para representar el pilar sobre el que se asiente la futura Economía Digital, necesita, imperiosamente, de operadores de telecomunicaciones fuertes. Operadores que apuesten por un modelo sectorial basado en la competencia sobre infraestructuras, con inversión, crecimiento y empleo.
Por ello, UGT considera que es preciso reforzar el papel de estos operadores asentados y tradicionales, de experiencia y demostrada valía, para construir las redes ultrarrápidas del futuro. Y para eso hay que regular con eficiencia, con coherencia, con condiciones iguales para todos; primando las inversiones, pero sobre todo, dando prioridad al empleo de calidad.