Nunca ha resultado más apropiado el dicho que dice “donde falta la previsión, faltará provisión”: el Gobierno británico comienza a asumir como la falta de políticas adecuadas, la ausencia de una regulación pro-inversora, su equivocada apuesta por el VDSL (como en Alemania[1]) y el tibio papel del principal operador (BT y su nefasta separación funcional, Openreach[2]) le condena a tener unas infraestructuras de telecomunicaciones antiguas por muchos años más.
Las siguientes gráficas son tan significativas como reveladoras:
Tal déficit de redes FTTH, sin duda las únicas que pueden soportar la celebérrima Sociedad Gigabit[1], ha obligado al gobierno isleño a delinear una revisión completa de sus políticas sectoriales. Este cambio de paso se concreta en un documento político, el Future Telecoms Infrastructure Review (FTIR), que propone alcanzar “15 millones de instalaciones conectadas a fibra total para el año 2025, con cobertura en todas partes del país para 2033[2]”, representando “una hoja de ruta clara para el despliegue de la red de fibra en el Reino Unido, en un intento de proporcionar claridad para agilizar la inversión en infraestructura de red de fibra[3]”.
No es necesario recordar que España ya ha iniciado su proceso de cierre de la red cobre, que culminará en 2022[4], es decir, 11 años antes de una de las potencias económicas más influyentes y fuertes del mundo[5].
Como no podía ser de otra forma, las críticas a este plan no se han hecho esperar. Quizás la más relevante sea la protagonizada por el Institute of Directors (IoD), una organización de “líderes empresariales[6]”, que ha afeado la poca ambición del gobierno, llegando a afirma que “desafortunadamente, las empresas están pagando el precio por el descuido de la conectividad de fibra total. Estamos trotando mientras el resto del mundo está esprintando. Necesitamos una fecha de cierre del cobre en 2025 o poco después[7]”.
La situación del Reino Unido nos recuerda mucho a la Italia[8], aunque con matices. Ambos países sufren un brutal retraso en redes de nueva generación, sobre todo por la nula inversión de su operador de referencia nacional (BT y TIM), aunque sorprende que ambos países vayan a coincidir en el mismo error, pero diferido en el tiempo: la Separación Funcional de su operador incumbente.
Si el pecado original proviene del Reino Unido, al separar a BT de su red hace más de una década, creando una filial que se demostrado inoperante para invertir en fibra, Italia opta por este mismo camino para Telecom Italia, precisamente por su incapacidad para invertir en redes FTTH. Es decir, lo que no vale para UK, parece la solución para Italia, aunque mucho nos tememos los palos de ciego de ambos países tienen suficiente recorrido para agravar aún más su penosa situación.
UGT Comunicaciones
Sector Estatal
[1] https://www.coit.es/eventos/hacia-la-sociedad-del-gigabit
[2] https://www.gov.uk/government/publications/future-telecoms-infrastructure-review
[3] https://www.totaltele.com/500676/UK-government-launches-its-vision-for-a-full-fibre-future
[4] http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/telefonica-pone-fecha-al-fin-de-la-red-de-cobre-2022/
[5] http://www.europapress.es/economia/noticia-pallete-urge-reino-unido-seguir-ejemplo-espana-fibra-optica-no-perder-revolucion-digital-20180828141649.html
[6] https://www.iod.com/about
[7] https://www.bbc.co.uk/news/technology-45018515
[8] http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/el-avispero-de-telecom-italia/