A pesar de la insistencia en el relato de patronales y empresas, la realidad laboral del empleo tecnológico en nuestro país no es la que se quiere transmitir. Dos nuevas oleadas de datos vuelven a confirmar las evidencias apuntadas anteriormente por nuestro Sindicato.
La Encuesta Trimestral de Coste Laboral del INE confirma que el 91,3% de las empresas del Sector TIC no necesita ningún trabajador nuevo, y por tanto, no tendría ni una sola vacante disponible. Y hasta un 6% no cubre sus vacantes porque no quiere abonar el salario que demanda una profesión tan especializada y que exige no solo de altísima formación previa, sino además de una constante actualización de conocimientos. En conclusión, sólo un 2,7% admite tener posiciones no cubiertas, para un total de 7.936 vacantes.
Mas allá de las sospechas de sobredimensionamiento (resulta difícil explicar que menos del 3% de empresas que admiten vacantes insatisfechas acumulen hasta 8.000 de las mismas), lo único realmente comprobable es que estamos ante el tercer trimestre consecutivo donde desciende el volumen de vacantes tech (un 12% menos en seis meses), confirmando el contagio de los masivos despidos iniciados por las grandes tecnológicas. No obstante, procede poner en contexto la cifra de 8.000 vacantes: comparados con otros sectores clave de nuestra economía, representan la mitad de las vacantes existentes en actividades sanitarias, casi tres veces menos que las que existen en el comercio minorista y 5’5 veces menos de las necesidades declaradas de empleo público (45.424).
Estamos ante las repercusiones de unas políticas de contratación y retención más centradas en el marketing que en la atención real a los intereses de las personas trabajadoras del sector TIC. La comparativa internacional es desoladora, como constata el World Talent Ranking 2022 de IMD: de 63 países, España se sitúa en el puesto 50 en el ítem “la formación de los empleados es una alta prioridad en las empresas”. En el apartado de “atraer y retener talentos como prioridad en las empresas”, en el puesto es el 52. Y, finalmente, en “la motivación de los trabajadores en las empresas es alta”, estamos en 48º lugar.
UGT exige a las compañías tecnológicas un cambio de 180º en sus políticas de recursos humanos. Deben abandonar los discursos salpicados de cifras infladas, caracterizados por una publicidad dirigida al exterior, que sus políticas laborales internas no suscriben. Es hora de, si verdad se quiere tener el mejor talento, motivarlo en forma de buenos salarios, formación continua y calidad en el empleo.