El empleo de especialistas formados en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en España ha descendido en más de 106.000 personas entre los años 2014 y 2015, llevando a nuestro país al primer puesto en destrucción de empleo tecnológico de toda Europa, tal y como confirma Eurostat en su informe del mes de octubre[1].
Para la Unión General de Trabajadores, estos datos confirman, una vez más, la desastrosa gestión de legisladores, reguladores y políticos en la necesaria modernización del modelo económico español, carente de inversión tecnológica y de una cultura empresarial innovadora que acometa la transformación digital que requiere nuestro tejido productivo.
Esta masiva destrucción de puestos de trabajo tecnológicos contrasta con el crecimiento de nuestros vecinos, especialmente Francia, Reino Unido y Alemania, que los contratan por miles (109.000, 85.000 y 48.000, respectivamente). De los 38 países analizados por Eurostat, sólo ocho presentan un saldo negativo y ninguno se acerca a las cifras de destrucción que presenta España (Noruega, segundo país en esta clasificación, ha suprimido 12.300 empleos TIC).
El número de profesionales en TIC en España es de 426.800 personas, inferior al 428.600 del año 2009. El porcentaje de empleo TIC sobre el empleo total es cada vez menor (un 2,4%), retrocediendo a niveles de 2010 y alejándose, cada vez más, de la convergencia con la media europea (un 3,5% en 2015, una décima más que en 2014).
En términos de género, el empleo TIC en España está profundamente masculinizado (82,6% son hombres) y se consolida en tendencia: el porcentaje de mujeres especialistas en TIC ha descendido dos puntos desde 2005.
Estos datos se suman a los recientemente publicados por UGT para el sector de las telecomunicaciones y audiovisual, que ha retrocedido a niveles de 1981 con más de 26.000 despidos acumulados desde 2007. Ambas situaciones confirman la absoluta decadencia que vive nuestro tejido productivo desde un punto de vista tecnológico
UGT reitera el carácter paradójico del comportamiento del mercado laboral de nuestro país: mientras que desde la Comisión Europea se insiste en la falta de trabajadores especializados en Tecnologías de la Información y la Comunicación, España no cesa de enviar al paro a estos profesionales. Las razones que explican este dramático fracaso son, básicamente, tres: la falta de un liderazgo legislativo y gubernamental que impulse políticas de estímulo y fomento de I+D+i; la aplicación sistemática por parte de los reguladores de modelos ultraliberales, siempre a espaldas del mercado de trabajo y, por último, la ausencia de cultura empresarial innovadora que acometa la transformación digital que requiere nuestro tejido productivo.
[1]http://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php/ICT_specialists_in_employment
