El origen y situación de la España vaciada es un tema de plena actualidad. El abandono del rural en todas las CCAA es un continuo debate de diagnósticos y medidas, con especial foco en las políticas de infraestructuras aplicables. De hecho, una de las plataformas con más fuerza propone un “Modelo de Desarrollo de la España Vaciada1https://www.europapress.es/aragon/noticia-espana-vaciada-presenta-modelo-desarrollo-abajo-arriba-congreso-diputados-20210523183436.html”, bajo tres grandes líneas de actuación que cumplen con las cifras 100/30/30: 100 MB simétricos de acceso a internet, 30 kilómetros a una autovía y 30 minutos de desplazamiento a servicios básicos.
Sin embargo, en lo referente a la conectividad, la situación de la España rural es, simplemente, envidiable cuando se compara con sus vecinos europeos. Así, el último estudio2https://www.ftthcouncil.eu/news/news-library/249/state-of-fibre-updated-market-forecasts-2021-2026-revealed-with-an-overview-of-fibre-deployment-in-rural-areas de la organización FTTH Council confirma que España lidera la conectividad rural en Europa con una superioridad asombrosa: es el país con más fibra óptica rural en la UE-27, con un 65% de cobertura. Esto supone 15 puntos de ventaja sobre el segundo país en la clasificación (Suecia), doblando las cifras de Italia o Países Bajos, triplicando la media europea de conectividad rural, cuatriplicando la cobertura de Francia y con sacando un 50% de ventaja a la locomotora europea alemana:
Las plataformas de defensa del rural yerran el tiro cuando únicamente piensan en infraestructuras al hablar de digitalización y conectividad. Siendo un aspecto imprescindible, no es ahora mismo el problema3https://cincodias.elpais.com/cincodias/2019/10/02/opinion/1570032870_403901.html.
La brecha digital se cierne más sobre las personas que sobre las infraestructuras. Así, el número de personas desconectadas en el rural es semejante al de la suma de todas las capitales de provincia y grandes ciudades, a pesar de concentrar menos de la mitad de población. Un 25% de las viviendas situadas en poblaciones de menos de 10.000 habitantes no dispone de ordenador y el uso del teléfono móvil es 3 pp inferior al de una ciudad de más de 100.000 habitantes. En cifras absolutas: 800.000 personas de la España vaciada no acceden nunca a Internet; 425.000 viviendas no poseen conexión a la red de redes.
En cuanto a competencias digitales, las cifras no pueden ser más desoladoras: el 50% de los habitantes de la España vaciada solo acredita bajas o nulas habilidades informáticas. Como consecuencia de esta carencia, el tradicional aislamiento geográfico y social se multiplica en tiempos de confinamiento, hasta entorpecer actividades básicas: 16% declara no saber realizar compras online y no puede hacer pedidos de alimentación para que los suministren en su casa; un 42% no accede a RRSS; únicamente un 5% se descarga películas4https://www.ugt.es/la-crisis-del-coronavirus-se-ceba-con-la-espana-desconectada.
Por todo ello, UGT llama a todas las partes implicadas a poner el foco en el verdadero problema, la formación de las personas, apartando costumbres arraigadas de otras épocas, donde las infraestructuras de comunicaciones eran el origen del problema (carreteras, AVE, conexiones eléctricas, etc.). Sin un diagnóstico certero, las soluciones serán erróneas; porque de nada sirve llevar la fibra óptica hasta la última población de nuestro país si sus habitantes no saben usar un ordenador.