La aprobación del texto del nuevo Código Europeo de Comunicaciones Electrónicas (en la práctica, la nueva normativa que sustituirá al caduco Paquete Telecom de 2002 y sus posteriores revisiones de 2009 y2014) el pasado 3 de octubre en el Parlamento Europeo, supone un frenazo y marcha atrás a las aspiraciones regulatorias de confeccionar una norma que tuviese en cuenta el empleo y las legítimas reivindicaciones de los trabajadores y las trabajadoras que conformamos este sector.
Si bien en lo que llevábamos de 2017 la Comisión y el Europarlamento parecían sumarse a las propuestas de UGT, en los últimos dos meses la negociación ha derivado en una regresión a los planteamientos más rancios: la intervención directa sobre las infraestructuras de los operadores que crean empleo para obligarles a abrir sus redes a operadores parasitarios, dejarlo todo como está y alargar el actual poder de los operadores que no crean empleo.
Este cambio de rumbo demuestra el desconocimiento de los políticos europeos sobre la realidad de nuestro sector y sobre las consecuencias que tienen sus decisiones en nuestros puestos de trabajo. Aunque por suerte el texto aprobado por el Europarlamento aún no es definitivo, debiendo pasar el proceso de codecisión con el Consejo Europeo, formado por los Ministros del ramo de los Estados Miembros, para recibir las modificaciones que precise y convertirse en norma definitiva.
UGT volverá a solicitar al Ministro de Agenda Digital español que escuche la voz de los trabajadores y trabajadoras que conformamos este sector, tal y como hicimos el pasado mes de abril. Para nuestro Sindicato es fundamental y prioritario que la regulación cambie para favorecer el empleo en el Sector de las Comunicaciones.
Las políticas fallidas de fomento de la competencia sobre precios y de actores parasitarios están detrás de la dramática situación de nuestro empleo, y por ello, y como sindicato más representativo del Sector, UGT debe estar con los trabajadores y trabajadoras en donde se juega nuestro futuro: EUROPA.