Tres meses de arduas negociaciones para fusionar al primer y el cuarto operador han acabado en fracaso: Orange y Bouygues, al menos por ahora, no se integrarán.
En sendos comunicados[1], las operadoras han confirmado la finalización de las negociaciones, aunque con matices diferentes. Mientras que Orange se ha limitado a ratificar la vigencia de su Plan Estratégico 2015 para los próximos años, Bouygues Telecom ha detallado los motivos que han llevado a la ruptura.
Así, ha especificado las dudas que ha mantenido a lo largo de todo el proceso sobre las garantías sociales y de empleo de sus trabajadores/as una vez absorbidos por Orange, “el nivel de participación” accionarial que Bouygues mantendría en el nuevo accionariado, las cautelas ante “el riesgo de ejecución” de la fusión y, finalmente, el valor monetario que se le iba atribuir a Bouygues Telecom.
La inestabilidad de las negociaciones ha copados muchos titulares de la prensa francesa[2], y en líneas generales, los puntos de fricción coinciden con los señalados por Bouygues. De este modo, Martin Bouygues, dueño de su propia compañía, la valoraba en 10.000 millones, mientras que el consenso del mercado la estimaba en 6.000.
Otra de las discrepancias versaba sobre la participación final que se llevaría cada uno. El Estado francés, principal accionista de Orange, quería conservar un mínimo del 20% desde su 23% actual, cifra incompatible con las aspiraciones de Bouygues, que optaba a un 15%.
Finalmente, estaba el aspecto del empleo, con Bouygues insistiendo en la necesidad de garantizar los puestos de trabajo de sus trabajadores después de la fusión, aunque es difícil confirmar si era un auténtico escollo o un posicionamiento cara a la galería.
Una vez confirmada la ruptura, Bouygues Telecom continuará su camino en solitario, «que le ha permitido volver a tener un crecimiento de la facturación y del EBITDA”, manteniendo sus expectativas objetivo de un margen de EBITDA del 25% en 2017 y del 35% «a más largo plazo».
La fusión de ambas entidades, que comenzó a negociarse el pasado 5 de enero, hubiese creado un gigante francés de las telecos, vieja aspiración del gobierno galo de Hollande. La unión del primer y el cuarto operador en Francia hubiese conformado un fuerte competidor europeo, proporcionándole escala y músculo financiero ante la más que probable segunda fase de consolidación del mercado de las telecos en Europa[3].
[1]http://www.orange.com/fr/Presse-et-medias/communiques-2016/Fin-des-discussions-Orange-Bouygues y http://www.bouygues.com/wp-content/uploads/2014/07/cp_bouygues_01042016_arret-des-negociations.pdf
[2] Por ejemplo: http://www.lemonde.fr/economie/article/2016/04/02/orange-bouygues-telecom-les-dessous-d-un-rendez-vous-manque_4894432_3234.htmlo http://lexpansion.lexpress.fr/high-tech/orange-bouygues-telecom-les-coulisses-d-un-mariage-manque_1778788.html, pero también en España: http://www.abc.es/economia/abci-orange-y-bouygues-rompen-discusiones-para-fusionarse-201604012003_noticia.html y http://www.eleconomista.es/telecomunicaciones-tecnologia/noticias/7461765/04/16/Economia-Orange-y-Bouygues-Telecom-ponen-fin-a-sus-negociaciones-sin-acuerdo-de-fusion.html
[3]http:/www.smcugt.org/noticia/orange-y-telecom-italia-podrian-estar-en-conversaciones-para-aliarse-id-53691.htm y http://www.smcugt.org/noticia/vodafone-y-liberty-rompen-conversaciones-para-el-intercambio-de-activos-id-52430.htm