India representa el perfecto paradigma de cómo una desmedida competencia sobre precios puede llevar a nuestro sector a la insostenibilidad y casi la quiebra1https://www.telecompaper.com/news/india-delays-bill-and-keep-system-to-2021-to-consider-telecom-price-floor–1320275.
Una regulación únicamente enfocada en la permanente y exagerada reducción de precios ha llevado a las operadoras sitas en el país asiático hasta la extenuación financiera y competitiva. Es tal la crisis que se vive en el segmento móvil que India está catalogada como una suerte de “salvaje oeste” en términos competitivos2https://telecoms.com/501472/india-explores-minimum-prices-for-telcos/, generando récords mundiales en despidos3http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/record-absoluto-80-000-despidos-en-bsnl-india/; http://ugtcomunicaciones.es/wordpress/huelga-la-operadora-india-bsnl/. Incluso Vodafone ha planteado irse del país ante la gravedad de los hechos4https://www.lightreading.com/asia-pacific/can-vodafone-idea-survive-in-india/d/d-id/757150; https://economictimes.indiatimes.com/industry/telecom/telecom-news/vodafones-future-in-india-in-doubt-after-latest-setback/articleshow/72021843.cms .
La situación ha llegado al límite cuando se puesto sobre la mesa el futuro despliegue del 5G. Los principales operadores de país han rehusado comenzar planes de implantación ante los mínimos márgenes que se recogieron con el 4G, lo que ha disparado todas las alarmas en el regulador local, TRAI5https://main.trai.gov.in/.
Por ello, ha puesto en marcha una consulta pública6https://main.trai.gov.in/notifications/press-release/trai-issues-consultation-paper-tariff-issues-telecom-services que busca “»asegurarse de que el sector de telecomunicaciones se mantenga saludable y que su crecimiento ordenado sea igualmente importante”, preguntándose si es necesario “establecer un precio mínimo para las tarifas7https://www.developingtelecoms.com/telecom-business/telecom-regulation/9059-trai-opens-consultation-on-minimum-price-levels.html”.
Otra prueba más, por si no hubiese ya pocas en Europa y España, de que una desmedida competencias sobre precios no trae más que perjuicios a medio y largo plazo. O como dice el propio regulador indio, una mala regulación puede causar «ineficiencias económicas, daños al consumidor, distorsiones del mercado y reducción de la innovación».