El Proyecto Net Children Go Mobile[1] es una iniciativa de la Unión Europea que
Entre sus objetivos está:
- Producir hallazgos nuevos, relevantes, sólidos y comparables sobre el uso del Internet móvil y clasificarlos en uso, habilidades y participación, entre los niños y niñas de entre 9-16 años de edad.
- Proporcionar datos fiables y comparables sobre la incidencia y la naturaleza de los riesgos en línea relacionados con el acceso a Internet por medio de dispositivos móviles, en comparación con los riesgos en línea de manera más general.
- Señalar qué niños y niñas están particularmente en riesgo y por qué, mediante el examen de los factores de vulnerabilidad (tanto a nivel individual como de país).
- Evaluar las estrategias que los propios niños y niñas llevan a cabo para afrontar el riesgo, incluyendo su alfabetización mediática.
- Examinar las motivaciones y la eficacia de la mediación y las estrategias de concienciación llevadas a cabo por padres, madres, profesorado y trabajadores sociales.
- Identificar y difundir recomendaciones clave de interés para el desarrollo de iniciativas de concienciación de seguridad en Europa.
Esta iniciativa se ha desarrollado en España dentro del marco del proyecto “Innovación Usos y riesgos de la red para los menores. El impacto de las tecnologías móviles” financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y con el apoyo de la entidad pública red.es[2].
Sus principales hallazgos son los siguientes:
Acceso
El estudio señala que el dispositivo más utilizado por los menores es el Smartphone (el 63% tiene uno para su propio uso). Llama la atención que, aunque los smartphones son los dispositivos más susceptibles de ser utilizados en trayectos, donde más se utilizan es en casa (70%).
El acceso doméstico diario a internet es del 50% entre los niños y niñas de 9-10 años y asciende al 90% entre los de 15-16 años. Además, los usuarios de internet móvil usan mucho más internet en casa (92-94%) que los que no usan smartphones o tabletas para conectarse (26%). Estos
datos sugieren que internet está mucho más arraigado en las vidas de los menores que acceden a dispositivos móviles para conectarse. Además, la casa es todavía un lugar estratégico para la concienciación relativa a los riesgos en internet y para promover usos más seguros y responsables de internet. Sin embargo, los smartphones y tabletas en general son medios personales y portátiles integrados en la vida cotidiana de los menores y en la de sus padres y madres.
Por lo tanto, las condiciones cada vez más privadas de uso de internet pueden inhibir o desafiar las estrategias de mediación parental habituales, como la mediación activa de las experiencias de los y las menores. Luego, los padres y las madres, más que nunca, necesitan comunicarse con los y las menores sobre sus experiencias online.
La escuela es el segundo lugar de acceso más frecuente a internet (15%) y también se va incrementando con la edad. Así, el 5% de los niños y niñas de 9-10 años accede a internet diariamente en el colegio, mientras que entre los adolescentes de 15-16 años esta cifra asciende al 28%.
En cuanto a las actividades online más frecuentes, destacan el visionado de videos (85%), la realización de tareas escolares (84%), la mensajería instantánea (68%), los juegos con otras personas (48%), la publicación de contenidos para compartir (44%), las visitas a redes sociales (44%) y las descargas de música o películas (42%).
Edad de inicio en el uso de internet.
La tabla de la página siguiente también muestra que la edad de inicio para conectarse es cada vez más temprana, así los y las menores de 9 a 10 años se iniciaron en el uso de internet a los 7 años, mientras los de 15 a 16 años se iniciaron a los 10 años.
Estos datos muestran que los y las menores se conectan a internet a edades cada vez más tempranas desde diversos dispositivos. Además de los niños y niñas que reciben un smartphone a la edad de 8 años, hay también otros menores que toman prestada la tableta de su padre o madre o de hermanos mayores. Por eso, es importante garantizar contenidos y condiciones adecuadas a su edad en todos los dispositivos.
Uso, oportunidades y habilidades
También se muestra que el 45% de los y las menores españolas tiene al menos un perfil en una red social, y el 41% tiene un perfil en una plataforma para compartir como es el caso de YouTube o Instagram; la tendencia en relación con la edad es similar en ambos social media: a más edad mayor es el porcentaje de menores con perfil propio.
El uso de las redes por debajo de los límites de edad se ha reducido entre los niños y niñas de 11 a 12 años. En cambio, llama la atención que entre los niños y niñas de 9 a 10 años haya aumentado ligeramente el porcentaje de quienes tienen un perfil propio en una red social (del 11% al 15%). Esto implica la necesidad de concienciar específicamente a los progenitores de los y las niños menores.
Una vez se comparan estos datos con los de la encuesta EU Kids Online (2010), las únicas actividades cuya frecuencia se ha reducido son las visitas a las redes sociales y la descarga de música o películas. Llama la atención la reducción de la frecuencia e intensidad del uso de las redes sociales a favor de la mensajería instantánea. El contacto diario con pares a través de las redes sociales crece con la edad hasta alcanzar el 71% entre los adolescentes mayores. Mientras el contacto con pares a través de mensajería instantánea es aún mayor: a partir de los 13 años supera el 85%.
Los usuarios de smartphones y tabletas contactan diariamente más con sus amigos y amigas, padres y madres en las redes sociales y, sobre todo, a través de mensajería instantánea.
Del breve resumen de los datos relativos al acceso, uso, actividades y habilidades, se concluye que estos datos corroboran la “hipótesis del uso”: cuanto más usan los niños y niñas internet, disfrutan de más oportunidades y desarrollan más habilidades. Los y las usuarias de smartphones y tabletas usan más internet, tanto en casa como en la escuela (así como en todos los lugares planteados), desarrollan más frecuentemente las actividades analizadas y dicen tener el doble de habilidades que los y las menores que no usan dispositivos móviles para conectarse a internet.
Riesgos de Internet
El riesgo al que más frecuentemente se exponen los menores en el uso de internet consiste en ver imágenes sexuales, bien sea online u offline. Más de la mitad de los menores (52%) afirma haber visto este tipo de imágenes.
La recepción de mensajes sexuales es, junto con el visionado de contenidos potencialmente negativos generados por los usuarios (relacionados con el odio, pro-anorexia, auto-lesión, consumo de drogas o suicidio), es también bastante frecuente, ya que casi uno de cada tres menores (32%) afirma haber accedido a tales contenidos.
De forma similar, el 31% de los niños y niñas de entre 9 y 16 años dice haber sufrido alguna forma de acoso online u offline. Sin embargo, la frecuencia de menores que afirma haber sido objeto de bullying bien en internet o a través de teléfonos móviles es sensiblemente inferior: el 12%.
Mediación
Los datos sugieren que los padres y madres participan de forma similar en la mediación activa en el uso (84%), en la mediación activa en la seguridad (84%) y en la mediación restrictiva (83%), seguida a gran distancia por la mediación técnica (29%).
Los niños y niñas menores reciben más mediación de sus padres y madres (con la excepción de la mediación en la seguridad), mientras los y las mayores de 13 años reciben más mediación de sus iguales.
Además, los usuarios de smartphones tienen menos restricciones en sus actividades y los usuarios de tabletas reciben más mediación activa en el uso y en la seguridad. Llama la atención la baja incidencia de la mediación técnica entre los menores usuarios de tabletas. Por último, la mediación entre iguales es superior a la media entre los usuarios de internet móvil. En lo que concierne a las respuestas a los riesgos, los usuarios de smartphones tienden a comentarlo con alguien en menor medida.
Por último, los hallazgos muestran que persisten ciertas desigualdades en el uso de internet entre los y las menores en función de su estrato sociocultural, particularmente en materia de mediación parental. Los niños y niñas de familias más desventajadas reciben menos mediación por parte de sus padres y en sus casas suelen emplearse menos herramientas de mediación técnica tanto en los ordenadores como en los dispositivos móviles. De ahí que las iniciativas que promueven la inclusión digital de los y las menores deban seguir constituyendo una prioridad.
[1] http://netchildrengomobile.eu/
[2] http://www.red.es/redes/sala-de-prensa/noticia/el-informe-net-children-go-mobile-evidencia-que-los-ninos-y-ninas-se-inician-