Las últimas estadísticas provenientes de Europa evidencian el retraso de nuestro país en todo lo referido a capacidades y habilidades digitales, tanto en la parte de la fuerza laboral como en la social.
Por un lado, la publicación[1] en Eurostat de los datos sobre trabajadores especializados en tecnologías de la información y la comunicación (TIC), inciden en la poca importancia que se le da a las nuevas tecnologías dentro de nuestro tejido productivo, colocando a España en el puesto 19 de los 28 Estados Miembros de la Unión, con un porcentaje empleo TIC sobre el total de empleo del 3%, muy lejos de la media europea y a años luz de los líderes. De hecho, en el último lustro, nuestro país sólo ha incrementado en 68.000 efectivos este tipo de recursos especializados, por los 540.000 de Alemania, los 367.000 de Francia o los 245.000 del Reino Unido.
Además, la representación de la mujer en este apartado sigue cayendo en picado, hasta el punto de alcanzar su mínimo histórico: sólo el 15,4% de la fuerza laboral especializada en nuevas tecnologías en mujer, muy lejos del 22,3% que se alcanzó en 2009. UGT ya ha manifestado su convencimiento de que la economía digital en nuestro país no despegará sin la participación activa de las mujeres en las TIC[2].
En cuanto a nuestra ciudadanía, el “Informe sobre el progreso digital en Europa (EDPR) 2017: Perfil de España[3]” da un serio varapalo – y no es el primero[4]– a las políticas de capacitación digital de la ciudanía y de nuestra fuerza de trabajo. Así, el informe afirma, textualmente: “España ocupa el puesto número 14 de los 28 Estados miembros de la UE en el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) de 2017. De manera general, España ha obtenido mejores resultados en todas las dimensiones medidas, excepto en lo relativo al capital humano, ámbito en el que obtuvo un resultado peor al registrado el año pasado a pesar de haber experimentado un crecimiento firme en el número de graduados en CTIM. […] parece que algunos de los indicadores reflejan un bajo nivel de demanda por parte de los usuarios, con un menor nivel de crecimiento en las competencias digitales que obstaculiza el desarrollo en la dimensión correspondiente al capital humano”.
En resumen, los ciudadanos españoles carecen de la preparación necesaria para afrontar las necesidades digitales que se prevén en el futuro a medio y largo plazo, precisamente la misma conclusión a la que llegó UGT afirmó hace pocas fechas[5], antes de la publicación de este informe.
A pesar de las iniciativas que los agentes sociales estamos impulsando de forma conjunta, como el reciente Manifiesto por el Talento Digital[6] suscrito por UGT, CCOO y AMETIC, es urgente e imprescindible que el Gobierno se ponga manos a la obra. Esta Brecha Digital laboral y ciudadana no se cerrará por sí misma, ni desaparecerá por el mero transcurso del tiempo. Es preciso tomar medidas de alto calado, con visión de presente y al futuro, que permitan a España subirse al carro de una transformación digital progresista, justa e igual para todos.
UGT Comunicaciones
[1] http://ec.europa.eu/eurostat/documents/2995521/8115840/9-18072017-AP-EN.pdf/b775e424-a14c-4037-9b33-5cc97164bc11
[2] http://www.fesmcugt.org/archivos/elementos/2017/mujer_y_tecnologia_%28ugt%29.pdf
[3] ec.europa.eu/newsroom/document.cfm?doc_id=44338
[4] http://ugt.es/SitePages/NoticiaDetalle.aspx?idElemento=15
[5] http://www.ugt.es/SitePages/NoticiaDetalle.aspx?idElemento=2560
[6] http://ametic.es/sites/default/files//Manifiesto%20de%20AMETIC_Talento_070717.pdf