Una vez finalizado el periodo vacacional relacionado con la Semana Santa consideramos imprescindible reflexionar sobre el impacto económico que representa el Turismo en España, pero desde la óptica de las nuevas tecnologías y el reparto de la riqueza que se genera.
Según Exceltur, el impacto del Turismo en España superará el 7% del PIB en 2023, alcanzando niveles prepandemia. Sin embargo, estas buenas perspectivas deben ser analizadas con cautela, puesto que las nuevas tecnologías digitales están desviando los beneficios que genera este importantísimo sector.
Según los últimos datos de comercio electrónico publicados por la CNMC, una gran parte de las transacciones económicas relacionadas con esta actividad acaban fuera de nuestras fronteras. De hecho, las operaciones efectuadas en sitios web extranjeros alcanzan el 42% del gasto. Dicho de otro modo, 4 de cada 10 euros del turismo español online finaliza en el extranjero.
Transacciones comerciales del Sector Turístico en los tres primeros trimestres de 2022, segmentados geográficamente (CNMC).
En función de estas cifras, se podría concluir que los españoles gastamos mucho más en el turismo extramuros que lo que dejan aquí los visitantes (casi 2.000 millones más), algo que no tendría ninguna lógica puesto que el número de turistas que visitó España fue de 71,6 millones frente a los 22 millones de ciudadanos españoles que viaja al extranjero. Por tanto, la explicación reside en el lugar donde computan las transacciones comerciales; y en demasiadas ocasiones, aunque se efectúen en España, el dinero acaba fuera de nuestro país.
Cuando se desglosan estas operaciones por cada una de las áreas relacionadas con el turismo se descubren hechos muy llamativos: por ejemplo, el 82% del consumo en Restaurantes se va fuera de nuestro país (por un 4% que proviene del extranjero y un 14% que se gasta aquí y paga impuestos aquí – comercio interno-). La razón es que, cuando realizamos un encargo de comida online, esa operación acaba constando fuera de nuestras fronteras, puesto que las plataformas digitales de reparto que intermedian tienen sus residencias fiscales fuera de España.
Otro tanto pasa con la actividad de Hoteles y alojamientos similares. Hasta un 55% del gasto en estos establecimientos acaba fuera de nuestro país, puesto que la residencia de la mayoría de webs/app donde se efectúan estas reservas están en paraísos fiscales.
La suma de estas dos actividades (restauración y alojamientos) alcanza los 2.600 millones de euros que se fugan al extranjero.
Transacciones comerciales del Sector Turístico por actividades, segmentadas geográficamente (1T-3T2022).
A la luz de estos datos, UGT quiere denunciar esta elusión fiscal relacionada con el turismo digital, que está laminando nuestra economía hasta extremos insoportables, pero a la que nadie pone coto.
Las argucias legales y fiscales que aplican estas plataformas digitales consiguen deslocalizar la tributación, colocando sus beneficios en paraísos fiscales. Esta indigna operativa merma gravemente nuestra balanza comercial y supone un insolidario ataque a nuestro sistema del Bienestar. No se puede seguir consintiendo este modelo de digitalización extractiva, que empobrece a la ciudadanía y a las personas trabajadoras y que otorga una injusta ventaja competitiva en comparación con aquellas empresas que abonan sus impuestos aquí.
Este Sindicato urge a la OCDE y los 137 países firmantes del Pilar I del Proyecto sobre Erosión de la Base Imponible y Traslado de Beneficios (BEPS- octubre 2021) a ponerlo en marcha de inmediato, sin más dilación y excusas, facilitando así que el consumo realizado en España se quede en nuestro país a todos los efectos.