De forma similar que en TdE, ante la insistencia de UGT, la empresa ha adoptado la decisión de reconocer y aplicar finalmente las sentencias del Tribunal Supremo en materia de devengos circunstanciales de vacaciones por incentivos de ventas, ganadas por nuestra organización, para todos los comerciales de TME, dentro y fuera de convenio.
Como hemos venido recordando en sucesivos comunicados, la injusta decisión de la empresa de dejar de abonar esos devengos a los FFCC de Comercial de TdE obligó a UGT a interponer un conflicto colectivo ante la audiencia nacional primero, y ante el tribunal Supremo posteriormente, amén de interponer igualmente conflicto colectivo para el reconocimiento del derecho a esos devengos para el colectivo de comerciales de TME, que nunca lo habían percibido, ganando el reconocimiento del derecho en ambos casos, aunque la inexplicable cerrazón de la empresa a reconocer el inapelable resultado, complicando y alargando absurdamente el conflicto, desencadenó la interposición de múltiples demandas individuales, tuteladas por UGT, de trabajadores/as empujados por la empresa a tener que defender individualmente sus legítimos derechos.
Finalmente, tras la perseverancia de nuestra organización, manifestada por escrito y en múltiples conversaciones, la empresa reconoce el error de su decisión y de su negativa a no reconocer el derecho ganado, procediendo, según su comunicación escrita a UGT, a regularizar los devengos circunstanciales por incentivos de ventas, incluyendo los atrasos, de TODOS los trabajadores de TME de Comercial, fuera y dentro de convenio, de forma que se pagarán en concepto de atrasos las cantidades correspondientes a los años 2013 a 2016, ambos inclusive. El abono de los devengos se cobrará de forma conjunta en la nómina del mes de julio.
Además, como ha demandado UGT, se tendrá en cuenta para la liquidación de los atrasos a quienes se hayan ya acogido al PSI.
Esta decisión empresarial para UGT supone un reconocimiento a todos aquellos trabajadores/as que tuvieron la valentía de demandar individualmente, extremo que finalmente ha forzado a la empresa a dar marcha atrás en sus planteamientos ante todo el colectivo.