- Las estadísticas internacionales sitúan a los centros educativos españoles entre los peor conectados del mundo.
- Las diferencias entre las Comunidades Autónomas son un claro ejemplo de cómo incumplir con el mandato constitucional de fomentar la cohesión territorial.
- Los planes públicos del Gobierno anterior han resultado un fracaso absoluto, pero el actual no está revirtiendo sus consecuencias.
- Esta situación inadmisible va en la dirección contraria de demanda una economía digital moderna.
La situación de las infraestructuras de conexión a Internet de los centros educativos españoles roza la vergüenza, alcanzando cotas inadmisibles para un país avanzado. Según los indicadores internacionales, la calidad de la conexión a Internet de nuestras escuelas está entre las peores del mundo. Por ejemplo, el Networked Readiness Index, elaborado por el Foro Económico Mundial, sitúa a España en el puesto 67 del mundo, entre Ruanda y Armenia, mientras el último estudio publicado por Europa (Survey of Schools: ICT in Education) afirma que estamos a la cola en estudiantes conectados a Internet, con una velocidad media que no supera los 10 Mbps, cuando la media en nuestros hogares supera los 75 Mbps de velocidad[1].
La mala gestión del Gobierno del PP ha acentuado, más si cabe, esta situación. Su plan de “Escuelas Conectadas” ha resultado, en la práctica, un auténtico fracaso. Surgido como acompañamiento a la Ley General de Telecomunicaciones de 2014, no comienza su andadura real hasta finales de 2015, retrasando las primeras licitaciones a 2016, para alcanzar solo siete CCAA en dicho ejercicio.
Tras un 2017 en absoluta parálisis, sin conceder más ayudas, el presupuesto de 2018 trajo consigo un severo recorte al presupuesto inicial del plan: un 34% menos, dejando a la mayoría de las CCAA sin poder acogerse este plan. En el medio, disputas incomprensibles entre el extinto Ministerio de Agenda Digital y las CCAA, que ha acabo minando gravemente la cohesión territorial, hasta el punto de crear una auténtica Brecha Digital entre estudiantes de una u otra zona del país.
Tampoco el actual Gobierno del PSOE está revirtiendo esta lamentable gestión política. Ni ha reactivado el programa ni ha sido capaz de gestionar el presupuesto para dotar a nuestros Centros Educativos de la imprescindible y fundamental conexión funcional a Internet. Las licitaciones se eternizan mientras el futuro de nuestra economía, nuestros jóvenes, siguen sin disponer de las infraestructuras necesarias para alcanzar su plena formación. Y cuando hablamos de educación, un año sin avances y sin recursos suficientes, es un año perdido para nuestra juventud y para nuestra economía.
UGT exige que esta parálisis sea enmendada de forma inmediata. Es inadmisible que el lugar de residencia determine el acceso a una adecuada infraestructura digital en los centros educativos. Tal diferencia afecta al desarrollo educativo de nuestros jóvenes, generando diferencias que afectarán negativamente a su formación académica, determinado de forma muy importante su futuro laboral.
UGT considera que el actual Gobierno debe poner entre sus principales prioridades la reactivación inmediata de este Plan, dotándolo de recursos presupuestarios suficientes. Es perentorio y urgente cerrar esta Brecha Digital, que afecta tan negativamente a un aspecto fundamental de nuestro Estado del Bienestar: la calidad de nuestra Educación.
UGT Comunicaciones
Sector Estatal
[1] Datos de la Secretaria de Avance Digital, segundo trimestre de 2018.