La publicación del informe de la Comisión Europea sobre el progreso digital de España, pone de manifiesto cómo la crisis de empleo en las telecos españolas frena nuestra economía y la capacidad competitiva de nuestro país.
España se vuelve a situar por debajo de la media europea en expertos TIC, con un 4,4% -sobre el total de empleo- frente a un 4,8% de la media europea (lo que representa un 8% menos que la UE27).
Pero este dato, por si solo, puede significar poco si no se detalla el contexto. Por un lado, nuestro país está en la avanzadilla europea en graduados en TIC, con 217.624 personas con titulación en nuevas tecnologías (2022), situándonos el cuatro puesto continental. Es más, la CE nos felicita por los avances en esta materia, creciendo año a año por encima de la media comunitaria (5,2% de titulados en TIC sobre el total de graduados, por un 4,5% de la UE27). Es decir, producimos ingente de talento digital, más y mejor que cualquier país de nuestro entorno.
Por otro, nuestro país es un destructor de empleo tecnológico en el sector más digital y00 dinámico de nuestra economía: el de las telecomunicaciones. En las últimas dos décadas, el sector telco ha borrado cuatro de cada diez puestos de trabajo. Se dice pronto, pero hablamos de 36.600 empleos dignos, con buenas retribuciones y con derechos, pero sobre todo, empleo tecnológico de primera categoría, el tipo de actividad que señala la modernidad de un tejido productivo.
Vodafone, con seis procesos de despido colectivo encadenados, ejemplifica a la perfección lo mal que se están haciendo las cosas en nuestro país. Mientras se destruye empleo telco en la España vaciada, las AAPP miman a las big tech, favoreciendo la construcción de centros de datos y se las invita a todo tipo de eventos institucionales. Sin embargo, apenas crean empleo: 3.000 puestos de trabajo en todo el país – un 0,01% del total -. Sin ir más lejos, Facebook acaba de despedir a casi el 30% de su plantilla y Twitter (ahora X) al 80%.
Ambas casuísticas están penalizando de forma muy clara el progreso digital de nuestro país, con llamada de atención incluida de la Comisión Europea que, con su particular forma de expresarse, destaca en su informe a este parámetro como una clara área de mejora[4].
La permisividad de gobiernos, legisladores y reguladores ante los desmanes a los que se está sometiendo al empleo telco, está consiguiendo arraigar dos mensajes muy peligrosos: uno, que el sector de las telecomunicaciones español no es un buen lugar para trabajar. Segundo, que para nuestros jóvenes es mejor emigrar a otros países, en donde su talento digital tendrá estabilidad y será recompensado como se merece.
En resumen, UGT exige al Gobierno, pero también a reguladores, partidos políticos de toda ideología y todos los niveles de las AAPP, que no sigan permitiendo esta destrucción de valor y riqueza; que intervengan para poner coto a una regulación que únicamente favorece a parásitos y especuladores y que defienda el empleo tech de nuestra economía. El futuro económico y competitivo de nuestro país depende de ello.
UGT Comunicaciones
[4] “Continuar implementando esfuerzos para lograr un mayor número de especialistas en TIC, diseñando esquemas de incentivos para atraerlos y retenerlos, y aumentando la visibilidad y legibilidad de las opciones de capacitación y reciclaje”