La situación provocada por la Covid 19 ha modificado totalmente la situación del teletrabajo en nuestro país. De la noche a la mañana, una modalidad de prestación laboral minoritaria, implantada en porcentajes relativamente bajos en unas pocas empresas, ha pasado a ser la única modalidad de prestación laboral posible, imponiéndose de forma obligatoria como única alternativa a la necesidad del distanciamiento social y el confinamiento.
Esta situación ha generado una perspectiva distinta sobre el teletrabajo, que hasta la irrupción de la Covid 19 era una demanda sindical como medida de conciliación de la vida personal, laboral y familiar, frente a la reticencia de las empresas para su implantación, influidas por una cultura “presencial” tradicional.
Ante esa reticencia empresarial al teletrabajo, UGT ha venido realizando enormes esfuerzos para alcanzar acuerdos e introducir en los convenios colectivos una regulación que posibilitase tanto la implementación del teletrabajo como su prestación en unas condiciones laborales dignas y con garantías, siendo pioneros en nuestro país, mediante el acuerdo de julio de 2006 en Telefónica, y luego en sucesivos convenios colectivos hasta la actual reglamentación para las empresas del CEV (artículos 89, 220 y anexo V del vigente II CEV 2019-2021), tan exhaustiva que supone un modelo imitado por muchos otros convenios de distintas empresas, dentro y fuera del sector de comunicaciones.
Pero la situación generada por la COVID 19 ha cambiado notable y radicalmente este escenario, en cuanto que el teletrabajo se ha impuesto a una gran mayoría de personas trabajadoras, con o sin su consentimiento, en respuesta a la necesidad de proporcionar una respuesta urgente a la pandemia, de forma que las empresas han visto modificada su visión sobre esta manera de trabajar, asumiendo sus ventajas y valorando su indudable capacidad para contribuir a solucionar los retos de la nueva realidad laboral.
En definitiva, se ha establecido un cambio de paradigma respecto al teletrabajo anterior a la pandemia y el surgido de la crisis, tanto por el aumento exponencial del número de personas susceptibles de teletrabajar, como por el reconocimiento de las empresas de la valía y utilidad de esta modalidad de prestación laboral, y por la evidencia de que el teletrabajo proporciona la respuesta más adecuada y eficaz a la nueva situación lo que, a nuestro entender, obliga a una optimización sindical de los acuerdos que hasta la fecha han regulado el teletrabajo, en tanto que se establecieron para una realidad anterior, en unas condiciones de crecimiento paulatino y pautado de dicha prestación, supeditada a la mayoritaria actividad presencial, frente a la actual realidad, que ha demostrado, como la propia empresa reconoce, que prácticamente todas las actividades son teletrabajables, salvo algunas muy específicas.
En consecuencia, en la nueva era post covid 19, el teletrabajo va a ser una modalidad de prestación laboral de uso generalizado, cuyo dimensionamiento y formulación está en plena discusión, reflejada en los medios de comunicación, barajándose incluso una regulación específica por parte del gobierno, por lo que se hace imprescindible que UGT, mediante la inestimable herramienta de la negociación colectiva, busque un nuevo impulso a los acuerdos hasta la fecha establecidos en esta materia en Telefónica, adelantándonos, como hemos venido haciendo siempre, a la propia legsilación.
UGT, organización pionera y valedora del teletrabajo como fórmula alternativa de prestación laboral que contribuye extraordinariamente a la conciliación de la vida laboral y profesional con la personal y familiar, insta a la empresa para que en el entorno CEV evolucionen los actuales acuerdos de teletrabajo hacia la nueva realidad derivada de su generalización, de forma que las personas teletrabajadoras puedan disfrutar de esta modalidad laboral con las máximas garantias, como hasta ahora, de desarrollo profesional, formación, seguridad y salud laboral.
Para ello, UGT buscará la expansión de los acuerdos ya vigentes en Telefónica, de forma que se amplíen, se armonicen con acuerdos tan importantes como los materializados en el grupo sobre registro de jornada y desconexión digital en julio de 2019 por nuestra organización, y se articulen sobre la nueva realidad de la situación para obtener un nuevo Teletrabajo optimizado, universal y voluntario en el ámbito del CEV.