Los finales de año suelen ser prolíficos en informes y estudios a modo de resumen anual, y la OCDE no podía ser menos. En este caso estamos ante un documento de carácter bienal, el Digital Economy Outlook[1], que examina y documenta los desarrollos, las nuevas oportunidades y desafíos en la economía digital. Destaca cómo los países de la OCDE y las economías asociadas están aprovechando las TIC e Internet para cumplir con sus objetivos de políticas públicas. A través de pruebas comparativas, proporciona información sobre prácticas regulatorias y opciones para confeccionar políticas que ayuden a maximizar el potencial de la economía digital como motor de la innovación y el crecimiento inclusivo.
- La penetración de la Banda Ancha Fija a finales de 2016 (número de líneas de banda ancha fija por cada 100 habitantes) sigue liderada por Suiza –que supera holgadamente el 50%- y los países nórdicos, con Francia encajada entre ellas y a continuación Alemania y Reino Unido.
- España se sitúa levemente por encima de la media de la OCDE, superando ambas el 30%.
- En el furgón de cola están los países del antiguo bloque del Este, Turquía, México y Colombia.
- La penetración de la fibra óptica, también finales de 2016 (número de líneas FTTH por cada 100 habitantes) la encabezan, como en años anteriores, Corea del Sur con un 30% y Japón. España entra en el top ten, aunque al ser datos de 2016 es posible que nuestro puesto actual sea muy superior:
Porcentaje de fibra óptica entre las suscripciones de banda ancha fija. diciembre 2016
- Si en infraestructuras la posición de España es satisfactoria, en lo referido a su adopción, nuestro suspenso es evidente: el porcentaje de personas que usa Internet en España está en la posición 24 de 39 países estudiados y por debajo de la media (80,6% de España por 83,8% de la OCDE).
- Además, el diferencial entre los internautas jóvenes y los sénior (de 16-25 años y de 55-74, respectivamente) es de un 46,6%, cuando la media de la OCDE baja al 33,7%. Por poner algunos ejemplos comparativos, este gap entre rangos de edad en el Reino Unido es de un 15%, en Alemania de un 25% y en Francia de un 28%.
- En términos de habilidades y competencias digitales, España también muestra un deshonroso desempeño; así, tanto en las competencias genéricas como gestionar el correo electrónico o buscar información en Internet (CIS) como en las competencias referidas al uso de suites ofimáticas (OPS, procesador de textos y hojas de cálculo), España siempre se sitúa lejos del grupo de cabeza:
- En cuanto a la inmersión de las TIC en las empresas, aunque ya hemos ahondado en esta circunstancia de forma reciente, queremos destacar un dato que aporta el estudio: el número de empresas españolas que usa servicios de cloud computing no supera el 20%, mientras que la media de la OCDE es francamente superior a dicho margen.
Aparte de nuestras propias conclusiones, copiamos las que realiza la propia OCDE dentro su presentación del Informe:
- Pese a los efectos continuos de la crisis, los servicios de tecnología de la información siguen creciendo y estimulan una perspectiva positiva: Desde la crisis económica mundial, el valor agregado en el sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en conjunto ha disminuido en la OCDE a la par del valor agregado total. Sin embargo, en el sector de las TIC ha disminuido el valor agregado en los servicios de telecomunicaciones y en la fabricación de computadoras y componentes electrónicos mientras que ha aumentado en los servicios de tecnologías de la información y la comunicación, y se ha mantenido constante en la edición de programas informáticos. Estas tendencias contrastantes, que se reflejan en el empleo de la OCDE en el sector de las TIC, se prevé que continúen en los próximos años, ya que la participación de la inversión de capital de riesgo en las TIC —un indicador de las expectativas de las empresas— ha vuelto a su máximo del 2000. El sector de las TIC sigue siendo un propulsor decisivo de la innovación, representa el mayor porcentaje de gasto que realizan en investigación y desarrollo las empresas en la OCDE, y más de una tercera parte del total de solicitudes de patentes en todo el mundo.
- Se moderniza la creación rápida de obras de infraestructuras y los servicios de comunicación para un nuevo y repentino aumento de datos: El crecimiento de los mercados de la comunicación es impulsado por la demanda y, en muchos países, por marcos reguladores modificados que fomentan la competencia, la innovación y la inversión. Las inversiones en telecomunicaciones como porcentaje de los ingresos han aumentado, y los operadores siguen instalando fibra óptica en sus redes. Los precios promedio tanto de la banda ancha fija como de la móvil han disminuido y las suscripciones han aumentado, mientras que el uso de datos móviles crece exponencialmente en algunos países. La convergencia en las telecomunicaciones y la radiodifusión impulsa las fusiones y adquisiciones y detona cambios en los marcos reguladores y las instituciones. Las velocidades de banda ancha de 1 gigabit por segundo (gbps) ya no son atípicas y surgen las primeras ofertas comerciales de 10 gbps ante un aumento repentino de datos, por ejemplo, de vehículos conectados y autónomos.
- El uso de las tecnologías de la información y la comunicación continúa creciendo, pero se sigue distribuyendo de manera desigual entre los países, las empresas y las personas: El uso promedio de las TIC entre las personas está en un nuevo nivel máximo, pero persiste la distribución desigual entre los países y los grupos sociales, en especial respecto a un uso más complejo de Internet móvil, por ejemplo, para compras o servicios bancarios en línea. Las personas de edad avanzada y con menor preparación académica son los que se rezagan más. Los gobiernos se están centrando en la formación técnica, la educación primaria o secundaria, y dirigen el gasto público a los dispositivos y conectividad en las escuelas. Entre tanto, a los usuarios les preocupa la seguridad y privacidad en línea, que son las principales barreras para el uso de Internet, incluso para las personas con educación superior. Entre las compañías, las pequeñas y medianas empresas (PYME) se están quedando a la zaga en el uso básico y más avanzado de las tecnologías de la información y la comunicación. La utilización de servicios informáticos en la nube y el análisis de datos masivos están creciendo con rapidez, si bien es cierto que a partir de una base pequeña. Los robots se utilizan cada vez más en la producción, pero hasta ahora se concentran en pocos países.
- La innovación digital y los nuevos modelos de negocios están impulsando la transformación, incluso del empleo y el comercio: La innovación impulsada por los datos, los nuevos modelos de negocios y las aplicaciones digitales están cambiando el funcionamiento de la ciencia, los gobiernos, las ciudades y de sectores como la salud y la agricultura. Las políticas que apoyan la innovación digital tienden a centrarse en las redes de innovación, el acceso a las finanzas y la (re) utilización de datos; pero prestan menos atención a las inversiones en TIC, al capital basado en el conocimiento y a la analítica de datos. Los efectos de la transformación digital se manifiestan en la destrucción y creación de empleos en distintos sectores, en el surgimiento de nuevas formas de trabajo y en la reconfiguración del paisaje comercial, en especial del rubro de servicios. En respuesta, muchos gobiernos están revisando sus leyes laborales y acuerdos comerciales.
- El uso eficaz de las tecnologías de la información y la comunicación en la vida personal y laboral exige habilidades más especializadas y genéricas en este campo, complementadas por mejores competencias fundamentales: La utilización eficaz de las TIC en la vida personal y laboral exige contar con suficientes habilidades. El “personal de informática” ocupa el segundo lugar entre los diez puestos de trabajo que los empleadores tienen dificultades para cubrir, de manera particular en el área de servicios, aunque la escasez de competencias específicas en tecnologías de la información y la comunicación parece limitada a solo pocos países, al menos en Europa. Mientras tanto, las habilidades genéricas en materia de TIC son insuficientes entre muchos trabajadores que utilizan estas tecnologías todos los días, al igual que las competencias fundamentales en TIC, como la resolución de problemas y la comunicación, que cada vez son más necesarias para adaptarse a los cambiantes empleos. Algunos países están aplicando programas para equiparar las prioridades actuales de capacitación en tecnologías de la información y la comunicación con las necesidades de conocimientos previstas, pero solo unos pocos han instituido una estrategia integral de TIC a la fecha.
- La preocupación por la seguridad y privacidad digitales limita la utilización de las TIC y las oportunidades de negocios: Al intensificarse cada vez más el uso de las TIC, las empresas y personas enfrentan mayores riesgos de seguridad y privacidad en Internet. En particular, las PyME deben introducir o mejorar sus prácticas de gestión de riesgos para seguridad digital. Muchos países reaccionan con estrategias nacionales de seguridad digital, pero pocos tienen una estrategia nacional para la privacidad a la fecha. Entre tanto, los riesgos de privacidad aumentan las preocupaciones de los consumidores por los fraudes en línea, los mecanismos de indemnización y la calidad de los productos que se ofrecen en Internet, lo que limita la confianza y podría disminuir el crecimiento del comercio electrónico entre empresas y consumidores. La mayoría de las políticas de protección al consumidor se siguen centrando en la confianza en el comercio electrónico en general, y apenas empiezan a tratar de resolver los nuevos problemas que plantean los mercados de plataformas semejantes.
- Las promesas de inteligencia artificial van acompañadas de importantes cuestiones éticas y de política pública: La inteligencia artificial se está integrando como aspecto dominante, al permitir que las máquinas realicen funciones cognitivas seudohumanas. Apoyados por el aprendizaje automático, los datos masivos y los servicios informáticos en la nube, los algoritmos pueden identificar patrones cada vez más complejos en conjuntos de datos enormes y ya superan a los humanos en algunas funciones cognitivas. Al tiempo que promete incrementos de eficiencia y productividad, la inteligencia artificial puede aumentar los desafíos actuales de política pública y plantear nuevas cuestiones éticas y de política pública; por ejemplo, con respecto a sus posibles efectos sobre el futuro del trabajo y la adquisición de habilidades o sus consecuencias para la supervisión y transparencia, responsabilidad, responsabilidad civil, así como para la protección y seguridad.
- El potencial de la cadena de bloques (blockchain) depende de que se resuelvan los obstáculos técnicos y los desafíos de política pública: La cadena de bloques permite realizar transacciones sin ninguna parte confiable. Por ejemplo, bitcoin, una moneda digital basada en la cadena de bloques, opera independientemente de cualquier banco central o de otras instituciones financieras. Aparte de bitcoin, las aplicaciones de la cadena de bloques crean oportunidades en muchas áreas, incluso en los sectores financiero y público, en la educación y el Internet de las Cosas, al reducir los costos de transacción, facilitar la rendición de cuentas y permitir la ejecución garantizada mediante contratos inteligentes. Gran parte de este potencial todavía depende de que se resuelvan los obstáculos técnicos y los desafíos de política pública, por ejemplo, cómo hacer cumplir la ley ante la falta de intermediarios o cómo y a quién imputar la responsabilidad civil jurídica por los agravios que causen los sistemas basados en las cadenas de bloques.
UGT Comunicaciones
[1] http://www.oecd-ilibrary.org/science-and-technology/oecd-digital-economy-outlook-2017_9789264276284-en