Que muchos den por finalizado el proceso de consolidación sectorial no significa que realmente esté acabado. Sin duda, una gran parte del mismo ya se ha completado: el referente a las reorganizaciones nacionales, que han reducido el desorbitado número de operadores a cinco, cuatro o incluso tres operadores por país, desde los seis, siete u ocho anteriores. Un claro ejemplo puede ser el español, que ha pasado de una auténtica constelación de operadores (ONO, Jazztel, Yoigo, R, Telecable, Pepephone) a agruparse, básicamente, en cinco: Movistar, Orange, Vodafone, MásMóvil y las cableras del norte en torno a Euskatel.
No obstante, Orange no se detuvo ante el fracaso de las negociaciones con DT y TIM y optó por un tercer candidato: Portugal Telecom[4].
Como no podría ser de otra forma, estos contactos han disparado los intereses de las casas financieras, que no olvidemos viven de este tipo de operaciones corporativas.
El caso más llamativo es el de Goldman Sachs, que bajo el sugerente título “Digitalisation and Pan-European consolidation; assessing the opportunity”, prepara el terreno destacando los elevados ahorros inherente a estos procesos. Y aquí es donde viene el problema para los trabajadores: en el riesgo que entrañan estas operaciones, que podrían destruir hasta el 40% de los empleos en las empresas fusionadas:
El posicionamiento de UGT Comunicaciones ante estos rumores corporativos y sus posibles consecuencias negativas sobre el empleo es muy claro:
UGT siempre apostará por un sector de las comunicaciones sólido, innovador y dinámico, sobre el cual se asiente la necesaria evolución hacia la nueva Economía Digital, que nos permita un crecimiento sostenible y duradero, que genere puestos de trabajo con mayor cualificación técnica y, por tanto, con mayor empleabilidad y mejores condiciones laborales. Para lograr ese objetivo, UGT considera imprescindible la presencia de operadores de telecomunicaciones fuertes, que apuesten por un modelo sectorial basado en la competencia sobre infraestructuras y el diálogo social, lo que conlleva inversión, innovación, crecimiento y empleo.
No obstante, UGT advierte que las operaciones corporativas de fusión o absorción entre empresas de telecomunicaciones, en ningún modo, pueden tener repercusiones negativas sobre el volumen de empleo ni sobre las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras de las compañías implicadas.
En esta misma línea se ha pronunciado el grupo de expertos de UNI-ICTS (organización sindical internacional del sector de las telecomunicaciones y tecnologías de la información y la comunicación, de la que UGT forma parte), que ha señalado que el proceso de consolidación en el que se encuentra el sector de las comunicaciones en Europa en ningún caso puede tener un cariz negativo sobre el empleo, el cual ya ha sido suficientemente castigado durante el último decenio, con la merma de decenas de miles de puestos de trabajo.
Por todo ello, UGT considera que los procesos corporativos en nuestro Sector deben plantearse, desde un inicio, bajo la perspectiva de la garantía de empleo y del mantenimiento de las condiciones laborales. El diálogo social debe ser, siempre, la piedra angular para el futuro de cualquier operadora de telecomunicaciones. Lo contrario solo conllevará conflictividad y malas perspectivas para todos.
UGT Comunicaciones
[1] http://www.lemonde.fr/economie/article/2018/01/22/orange-l-etat-pret-a-renouveler-stephane-richard-a-la-tete-de-l-operateur_5245156_3234.html
[2] https://www.reuters.com/article/us-orange-deutsche-telekom-m-a/orange-d-telekom-held-2017-merger-talks-but-matter-closed-source-idUSKBN1FB1VW
[3] http://www.smcugt.org/noticia/orange-y-telecom-italia-podrian-estar-en-conversaciones-para-aliarse-id-53691.htm
[4] http://www.lemonde.fr/economie/article/2018/01/22/orange-pourrait-s-interesser-a-pt-portugal_5245446_3234.html
[5] https://www.totaltele.com//499104/Orange-quashes-talk-of-merger-with-DT-and-Portugal-Telecom