En este momento de paralización social y económica, nuestro Plan de Pensiones también se ha visto afectado por la pandemia del coronavirus, tanto desde una perspectiva económica y financiera como en la forma de atención a los partícipes y beneficiarios. Aun así, se está haciendo lo posible para que toda esta situación repercuta lo menos posible en nuestros futuros complementos a la jubilación.
Con respecto al día a día, el Plan de Pensiones sigue funcionando dentro de la normalidad que se puede tener en estos momentos. Se está atendiendo por teléfono y por email, resolviendo las dudas, respondiendo a las preguntas que se formulan y tramitando todas las prestaciones y solicitudes que se plantean.
La Comisión de Control sigue teniendo sus reuniones periódicas con Fonditel para conocer y comentar la situación de los mercados y celebrando los plenos y el resto de reuniones telemática o telefónicamente.
En cuanto a los datos económicos, el llamado “cisne negro” ha llegado a los mercados. Tras años esperando indicios para una corrección que no llegaba, los analistas empezaban a considerar que el ciclo económico solo podría entrar en recesión si aparecía un evento inesperado (el “cisne negro”) que cambiara la visión de la economía, como finalmente ha ocurrido con el denominado coronavirus. Todos hemos sido testigos de las caídas en los mercados y el brutal frenazo a la actividad productiva, empezando por China y otros países asiáticos, continuando por Italia y España, y afectando de lleno a todo el mundo semanas después.
Ninguna de las medidas adoptadas por los diferentes Gobiernos y Bancos Centrales, como la inyección de millones de euros en liquidez o la reducción de tipos de interés, han logrado atemperar el impacto negativo que la paralización de la economía ha producido. De esta forma, los principales índices bursátiles arrojan un retroceso entre el 20 y el 30%. Como inevitable consecuencia de ello, la rentabilidad de los Planes de Pensiones y Fondos de Inversión se ha visto afectada de manera muy significativa.
La rentabilidad de nuestro plan, como es lógico en un mercado tan negativo y volátil, se ha visto afectada, pero la cartera está bien construida para el medio y largo plazo, con posibilidades de recuperarse y crecer cuando toda esta situación pase y los mercados se normalicen. La Gestora ha reducido nuestra posición en renta variable con el objetivo de minimizar la volatilidad y las caídas de la unidad de cuenta; a su vez, se ha reducido la duración en la cartera de renta fija, para intentar minimizar las caídas en rentabilidad de los bonos debido a los movimientos en los tipos de interés.
A 31/03 el plan ha cerrado con un -8,63% de rentabilidad. No hay datos del resto de Planes de Pensiones de empleo, pero los planes individuales de renta variable a 31/03 caían un -14,10% y los de renta variable mixta (los más parecidos al nuestro en política de inversiones) el -8,84%. Los de renta fija mixta -5,06% e incluso los de renta fija a corto y a largo plazo han caído el -2,42% y -1,42% respectivamente.
A nadie se le escapa que la situación actual es complicada y no se conoce la duración y profundidad de la crisis provocada, pero lo cierto es que nuestro Plan de Pensiones tiene definida su cartera en base a una perspectiva de futuro, lo que posibilitará su recuperación y crecimiento cuando superemos esta pandemia y alcancemos la ansiada normalización, tanto en el aspecto económico como en el social.