La Brecha Digital de género, la fractura social que describe la desigualdad en el acceso a las nuevas tecnologías entre mujeres y hombres, vuelve a crecer en España.
La reciente publicación por parte del Instituto Nacional de Estadística de su encuesta anual sobre Equipamiento y uso de TIC en los hogares pone de relieve el retraso que viene nuestra Sociedad en este aspecto, que además vive un recrudecimiento después de años de mejoría.Por ejemplo, en 2014, la Brecha entre hombre y mujeres usuarios de Internet en los últimos tres meses se cifraba en un 3,4%. Dos años más tarde, en 2016, este diferencial ha aumentado hasta el 3,9%, medio punto más en sólo dos años, tal y como se observa en la siguiente figura elaborada con datos del INE para 2016:
En apariencia, un diferencial de 3,9 p.p. puede parecer hasta cierto punto aceptable, pero la realidad comparativa nos pone en contexto el dato: España se sitúa en un degradante cuadragésimo primer puesto en la tabla internacional comparativa de ITU[1] , lejos de los países nórdicos y EEUU (con más mujeres que hombre internautas) o Francia (un 2%). Idénticos guarismos exhibe la UNECE (Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa), que colocan a España[2]
en una situación muy lejana de la esperable paridad entre sexos en el acceso a Internet: puesto 19º de 31 con datos comparables.
En el contexto europeo, la situación es análoga: nuestro país está a más de 2,5 p.p. de la media de la Unión en mujeres que nunca se han conectado a Internet y muy lejos de los ratios de los países más avanzados en la materia. Por ejemplo, este porcentaje baja a un 11% o un 7% en el caso de Alemania o el Reino Unido en 2015, mientras que España casi triplica estos guarismos:
No obstante, los resultados en el presente no son la peor noticia. El verdadero problema está en la tendencia negativa que se observa en los últimos años. Si desde 2007 la brecha digital entre hombres y mujeres en España disminuía, lentamente, pero descendía, en 2015 se produce un retroceso que se agrava en 2016. En el gráfico siguiente se muestra el diferencial entre hombres y mujeres que se conectan a Internet de forma anual:
La brecha digital por cuestión de género posee una relación bidireccional con la brecha por edad. Así, se detecta que los niveles de adopción de Internet son relativamente parejos entre mujeres y hombres hasta los 44 años, incrementándose la brecha digital de género a medida que aumenta la edad. De hecho, la brecha de género es negativa en el rango entre los 25 y los 34 años de edad (hay más hombres fuera de Internet que mujeres en este rango) pero la progresión se invierte hasta alcanzar su cénit en los mayores de 55 años, en donde se plasma una diferencia de un 11%[3]
En definitiva, España consiente desde la indolencia una flagrante exclusión digital por cuestión de género, que se combina con la edad de las mujeres.
La evolución en esta materia es claramente insuficiente, cuando no regresiva. Ser hombre o mujer es un hecho determinante a la hora de adoptar las nuevas tecnologías. Es una lamentable afirmación, que desearíamos no tener que hacer, pero los hechos son irrefutables.
Desde UGT volvemos a manifestar la necesidad de definir un plan formativo específico para los colectivos más agraviados por la exclusión digital, acompañado de un plan de sensibilización en los medios de comunicación que busque erradicar esta lacra social.
Si no queremos dejar atrás a una gran parte de nuestra población en esta transformación digital que estamos viviendo como Sociedad, debemos obligarnos a hacerlo. Empezando por nosotros y acabando por legisladores y reguladores.
[1] Percentage of Internet users, by gender, latest year available, 2012-2015, ITU (http://www.itu.int/en/ITU-D/Statistics/Documents/statistics/2016/Gender_2012-2015.xls).
[2] http://w3.unece.org/PXWeb2015/pxweb/en/STAT/STAT__30-GE__09-Science_ICT/02_en_GEICT_InternetUse_r.px/?rxid=2f89f674-b315-41f9-9f1c-e79343fad6f8
[3] Datos extraídos de la Encuesta sobre la Participación de la Población Adulta en las Actividades de Aprendizaje (EADA), año 2011, Instituto Nacional de Estadística.