Cada vez son más los estudios que confirman la innocuidad de las ondas electromagnéticas que provienen de las redes de telefonía móvil en la población, aunque consideramos pertinente destacar este informe tanto por sus conclusiones como por su autoría[1].
El objetivo de este trabajo fue medir la exposición ambiental a RF-EMF en 529 niños y niñas entre 8 y 18 años de edad, en cinco países europeos: Dinamarca, Países Bajos, Eslovenia, Suiza y España. La exposición personal a radiofrecuencias (entre 87,5 MHz y 6 GHz) se midió con exposímetros portátiles que los niños y niñas llevaban en su cintura o en una mochila durante el día y dejaban al lado de su cama durante la noche, durante tres días consecutivos.
Los resultados demostraron que el promedio de exposición de estos jóvenes estaba muy por debajo del nivel de referencia establecido por la Comisión Internacional para la Protección contra Radiación No-Ionizante
Otros hallazgos obtenidos por el estudio fueron que las antenas de telefonía móvil son las que más contribuyeron a la exposición total, seguidas por las antenas de radio y televisión (principalmente frecuencias FM). El wifi y los teléfonos inalámbricos contribuyeron muy poco, aunque, en general, la exposición fue más elevada en los ambientes urbanos, fuera de casa y durante el día (versus la noche).
UGT Comunicaciones
Sector Estatal
[1] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29754001
[2] https://www.agenciasinc.es/Noticias/Bajo-riesgo-por-exposicion-a-campos-electromagneticos-en-la-poblacion-infantil-europea/(reply)/114146