El Sector de Comunicaciones y Cultura de UGT quiere mostrar públicamente su completo y total rechazo a la nueva regulación que la CNMC quiere aplicar a la red FTTH de Telefónica en España.
Ante las noticias que recoge la prensa, que afirman que la revisión de la norma que regula la fibra óptica de Telefónica ha pasado todos los trámites necesarios y, por tanto, se aproxima a su aprobación definitiva, este Sindicato quiere manifestar cuatro puntos:
- Llega tarde: no es de recibo que una regulación que vertebra las principales vías de comunicación digital de nuestra economía acumule varios años de retraso. Los mandatos regulatorios están para cumplirse. No hacerlo no es más que un ejercicio de irresponsabilidad. Inmersos en un cambio tecnológico tan disruptivo como el que estamos viviendo, la regulación, para ser eficaz, debe ser ágil y pegada a la realidad del sector.
- Se hace mal: la CNMC vuelve a cometer el mismo error que en 2016, empleando para sus decisiones datos desfasados. En una economía basada en el dato, no es procedente usar estadísticas vencidas, a veces de varios años. El regulador debe dar ejemplo y utilizar la tecnología y un censo de datos actualizado para decidir.
- Es asimétrica, y por tanto, injusta: de nuevo el regulador vuelve a no entender la realidad de nuestro sector. Una cosa es regular el acceso a las canalizaciones, que entendemos como justo, y otra muy distinta es obligar a un operador a ceder sus inversiones en fibra. Esta reiteración vuelve a castigar a aquellos que generan empleo, riqueza y conectividad en favor de los operadores parásitos. Y ya no solo dice esto UGT desde hace más de un lustro: también concuerda con nuestra opinión el Gobierno y hasta la Comisión Europea.
- Ya es obsoleta, y por tanto, será ineficaz: por la conjunción de los tres puntos anteriores, es evidente que esta regulación ya nace obsoleta, fuera de la realidad, y por lo tanto, destruirá empleo, no cerrará la brecha digital y no contribuirá a mejorar la posición competitiva de España como una economía tecnológica y digital.
Por todo ello, UGT continuará presionando y denunciando esta mala praxis. No podemos consentir que el regulador continúe de espaldas al empleo mientras se favorecen a unos pocos en detrimento de muchos. El empleo de futuro de nuestro país, la conectividad necesaria para cerrar la amplía brecha digital que tenemos, así como la competitividad de nuestra economía están en juego. La CNMC debe rectificar y desde UGT vamos a hacer todo lo posible para cambiar esta errónea e inexplicable decisión.