The Global Competitiveness Report, o Informe Global de Competitividad en castellano, es un informe de carácter anual, elaborado por Foro Económico Mundial, que mide la capacidad de los países y sus economías para proveer altos niveles de prosperidad a sus ciudadanos, estudiando para ello las instituciones políticas, los recursos de que dispone y toda una amalgama de factores económicos. De hecho, el GCI, tal y como se le conoce por sus siglas en inglés, es un índice sintético muy conocido y ampliamente nombrado en artículos académicos1
https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%8Dndice_de_Competitividad_Global. Para esta edición, el índice ha tomado la denominación The Global Competitiveness Index 4.0, al objeto de medir los impulsores de productividad y crecimiento a largo plazo en la era de la Cuarta Revolución Industrial. Para la elaboración del índice comparativo entre países se tienen en cuenta cientos de variables, que se agrupan bajo 12 pilares, para un total de 140 países.
Desde dicho punto de vista por países, el estudio2
https://www.weforum.org/reports/the-global-competitiveness-report-2017-2018 sitúa a España en un mediocre vigésimo quinto puesto, muy lejos del decimotercero, el que nos debería corresponder por PIB3
https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Pa%C3%ADses_por_PIB_(nominal) , encajados entre la Malasia y Emiratos Árabes Unidos (36º y 30º por PIB):
En UGT Comunicaciones hemos analizado los parámetros referido a nuestro Sector, y yendo un poco más allá, aquellos aspectos relacionados con las capacidades digitales de la fuerza laboral española.
En concreto, nos hemos centrado en las TIC (tercer pilar) y aquellos indicadores relacionados con la formación y desarrollo de los empleados y las habilidades digitales de los trabajadores españoles.
Yendo por orden, en adopción de las TIC, España muestra resultados más que mediocres, destacando, mínimamente, en suscripciones de fibra (puesto 19º del mundo). Los peores resultados se sitúan en el negocio de telefonía móvil: los 79 del mundo.
El sexto pilar, el referido a la formación y habilidades, tampoco cumplimos con las expectativas. Así, en el ítem que versa sobre los esfuerzos de las empresas en la formación y desarrollo de los empleados nos colocamos en un indigno septuagésimo puesto, junto a Kuwait y Montenegro. En cuanto a las habilidades digitales de la población, para encontrar a España debemos bajar hasta el puesto 71, junto a Egipto y Serbia:
Los resultados, tanto globales con en detalle, no dejan lugar a dudas: España está perdiendo el pulso digital, instalándose muy por debajo de lo que nos debería corresponder por el tamaño de nuestra economía. Esta falta de implicación en la transformación digital lasta nuestra competitividad, lo que devendrá en consecuencias económicas muy graves.
Para remediarlo, UGT propone una amplia batería de medidas, como una mejora de las Políticas Activas de Empleo (implantación masiva de cursos de formación para lacapacitación TIC para trabajadores/as para personas en situación de desempleo) o sobre Empresas Digitales (proporcionar incentivos o subvenciones directas a las empresas para la impartición de formación en nuevas tecnologías a sus empleados en horario laboral).
