Cuando UGT planteó la negociación de un convenio único, que integrase las condiciones laborales de TME, TdE y TSOL, muchos se opusieron e incluso algunos hasta llegaron a tacharnos de iluminados.
La propia dirección de la empresa, que rehuía tal posibilidad prefiriendo mantener un escenario dividido que debilitaba nuestra fuerza sindical y, sindicatos que ahora se vanaglorian de la consecución de los Convenios de Empresas Vinculadas, se opusieron tercamente a dicha negociación, obstaculizándola en muchas ocasiones y durante muchos años.
Incluso hoy, en el resto de los sindicatos existen serias divergencias internas y sonoros enfrentamientos sobre si es conveniente mantener un único convenio o hacerlo desaparecer, dando lugar a las actuales ensaladas de siglas, que se agrupan bajo nuevas apariencias intentando esconder su falta de cohesión interna y la ausencia de objetivos comunes.
El éxito de nuestro CEV proviene de una sola idea: Obtener más fuerza y capacidad de negociación para unificar y homogeneizar las condiciones laborales de los colectivos que integramos Telefónica España. Una idea que se concretó en 2016 con el I CEV y que ha ido consolidándose hasta la prórroga del segundo CEV, donde las diferencias entre colectivos y jurídicas son prácticamente inexistentes.
Una idea tan decidida, que solo puede definirse como un logro beneficioso para todos. En la visión de TME ha supuesto integrar los bienios dentro de nuestra estructura salarial, consolidando al alza los salarios y por tanto las aportaciones empresariales al Plan de Pensiones, bajar a las 37,5 horas semanales (¡olvidamos a veces que hasta hace muy poco teníamos 40!), además de unas subidas salariales año tras año que eran imposibles de conseguir en solitario en los convenios de TME, y así podríamos enumerar decenas de mejoras laborales que hemos ido consolidando año tras año, gracias a los Convenios de Empresas Vinculadas.
El compromiso de futuro de UGT sigue siendo el mismo que hasta ahora: continuar unidos para mejorar nuestras condiciones laborales permanentemente, anteponiendo el bien de la plantilla de TME por encima de las luchas internas, el sectarismo o los miopes intereses de unos pocos.
