Las nuevas tecnologías han entrado en nuestras vidas, personales y laborales hasta acaparar una gran parte de nuestro tiempo. Vivimos en una sociedad ultra-conectada, donde los diferentes dispositivos -Smartphone, tablets, ordenadores portátiles, consolas,… generan una suerte de cordón umbilical que nos une permanentemente al resto del mundo.
Esta conexión continua ha llegado al mundo laboral impactando muchas veces de forma negativa en nuestra forma de trabajar. En muchas ocasiones, y casi sin querer, muchos compañeros y compañeras, se ven obligados a atender WhatsApp, mail, Skype que alargan la jornada laboral mucho más allá de lo racional.
Efectivamente, multitud de puestos de trabajo, especialmente personal en situación de fuera de convenio o con función gratificada o trabajadores que atienden empresas, conviven con una hiper-conectividad que puede llegar a socavar su derecho fundamental a cumplir con su tiempo y horario de trabajo. Las consecuencias de esta nueva forma de trabajar, ultraconectada y siempre pendiente del correo electrónico o la mensajería instantánea, genera evidentes riesgos psicosociales, tecnoestrés y empeora la calidad de vida de los trabajadores, socavando el tiempo de descanso y rompiendo el irrenunciable equilibrio entre tiempo personal, familiar y laboral. Como apuntan muchos especialistas, laomnipresencia causada por las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) puede originar en el trabajador sentimientos de incapacidad, desfase o adicción, cuestiones que desde UGT nos tomamos muy en serio.
Algunos países (Francia, Bélgica e Italia) y compañías multinacionales (Axa, Ikea, Banco de Santander) han incluido en su acervo normativo el denominado Derecho a la Desconexión. En España, los partidos políticos parecen optar por dejar la articulación de este derecho a la negociación colectiva.
Una empresa como Telefónica, que presume de ser puramente tecnológica, no puede ser ajena a esta circunstancia y a esta tendencia. Debemos contemplar recursos normativos para evitar que la tecnología afecte negativamente a nuestras vidas y a nuestra salud.
Por ello, en UGT consideramos que ha llegado el momento de ponernos manos a la obra, e incluir el Derecho a la Desconexión en Telefónica bajo dos premisas fundamentales:
- El compromiso de la empresa a limitar el envío de comunicaciones electrónicas fuera de la jornada a situaciones de extrema emergencia, excepcionales o de fuerza mayor, siempre y cuando sean racionales, razonables y comprobables objetivamente.
- Facilitar los medios técnicos necesarios para limitar al máximo y por defecto el acceso a herramientas electrónicas y a software y aplicaciones relacionadas con la actividad laboral fuera del horario de trabajo.
En definitiva, y basándonos en estos tres principios, UGT se compromete a incluir este derecho en la próxima negociación colectiva con la empresa, exigiendo una regulación explícita sobre el Derecho a la Desconexión, que permita a la plantilla, independientemente de su situación fuera o dentro de convenio, respetar su horario laboral, aprovechar su descanso, conciliar su vida laboral y familiar y preservar su salud ante nuevas formas de estrés laboral tecnológico.